En alguna entrada anterior, publiqué un artículo sobre el Beato Alfeo Bernabé, Hermano Lasallista en Cuba. En esa ocasión mencione al Beato Jenaro, quien también laboró en nuestro país en el colegio La Salle de El Vedado.
No había caído en la cuenta de que su presencia en este colegio coincidió con la fundación de la Acción Católica. No es ficción que el Hno. Jenaro haya participado como observador y testigo del trabajo de los primeros religiosos que laboraron en esta obra laical de la Iglesia.
Cuando el Hno. Jenaro fue fusilado en el cementerio de Torredembarra, sus restos fueron enterrados en una fosa común en esta ubicación. al terminar la guerra civil española sus restos fueron identificados y conducidos a la casa "San José" de Cambrils y más tarde a la Cripta Martirial de SanT Martí de Sesgueioles. El 13 de octubre de 2013 fue beatificado en Tarragona. Días antes, un cuadro con una foto suya fue entronizada en su natal Tortejada, Teruel.
Fecha de nacimiento: 3 de diciembre de 1902 en Tortejada,
Teruel.
Fecha de martirio: 11 de noviembre de 1936 en Torredembarra.
Beatificación: 13 de octubre de 2013 en Tarragona.
Me llamo Mariano Navarro Blasco, natural de Tortejada, Teruel e hijo
de Pedro y Filomena. En mi infancia pasaban los
Hermanos reclutadores por nuestro pueblo motivando a los chicos a ser generosos
con Jesús y seguirle en la vida consagrada. Uno de mis amigos, José Esteban fue
el primero en marchar al Noviciado Menor de Cambrils. Yo tenía doce años y también
quise acompañarle, pero mi edad imposibilitó mi ingreso en ese año en la casa
de formación. Tuve que esperar dos años más tarde para poder dejar mi casa y mi
familia en pos de Jesús al estilo de Juan Bautista de La Salle.
En la fiesta de Todos los Santos
de 1918 recibí el hábito religioso y me pusieron el nombre religioso de Hno. Jenaro. Aquella mañana el maestro de
novicios nos había dirigido la meditación tomando el texto de nuestro Fundador:
“desde que se usa este hábito no se tiene
otra idea que la de permanecer en esta comunidad toda la vida”. Al ponerme
el hábito pedí al Señor poder perseverar e mi vocación hasta el final de mis
días.
Al terminar el noviciado en Els
Hostalets de Llers fui enviado a la casa de Bujedo a prepararme pedagógicamente
para desempeñar mi vocación como Hermano Lasallista.
Mi primera obediencia llegó en
1920, al destinarme a la escuela “Sagrado Corazón” de Cambrils. Aquí empecé mi
labor docente y guardo hermosos recuerdos de esos
primeros meses. En 1922 fui destinado al Colegio “Sagrado Corazón” de
Tarragona. Coincidió mi llegada con el
traslado de los locales desde la calle Roger de Llúria a los terrenos de la
calle de Estanisau Figueras. El nuevo edificio estaba en construcción, y por
doquier había cemento, ladrillos y yeso. El Hno. Director Agapet – Marie viendo
la escasez de personal y el aumento de chicos buscaba opciones para los nuevos
desafíos escolares.
En 1928 cuando las obras de
construcción en el edificio terminaba y llegaban nuevos Hermanos para reforzar
la obra lasallista me destinaron al
colegio San Juan Bautista de La Salle en El Vedado, Cuba.
Por entonces el Hno. Victorino de
la comunidad lasallista de El Vedado había dado inicios a la Acción Católica y
aunque algunos Hermanos no veían a bien aquella obra externa, sin embargo
aquella pequeña semilla dio frutos abundantes en el colegio y en el país. Numerosas
vocaciones al sacerdocio, a la vida religiosa y al matrimonio fueron el resultado
de su empeño y de tantos sacrificios.
En 1931 regresé a España, ahora
iba con destino al colegio “Sagrado Corazón” de Manlleu y en 1933 a mi querido colegio de
Tarragona. En estos colegios intenté aplicar
lo observado y vivido por los Hermanos en Cuba: promover la relación cordial y
fraterna con los alumnos, atraer a los antiguos alumnos para vivir con ellos su
fe adulta, comprometerlos en obras apostólicas. Cada encuentro con ellos era un
modo de hacer presente a Dios en sus vidas y acompañarles nuevamente en las
prácticas sacramentales, en las Misas y devociones escolares. Con ellos empecé el
apostolado de Acción Católica, promoviendo las prácticas espirituales en los
chicos de Bachillerato y Comercio.
Buque Río Segre |
Al empezar la guerra civil española, fui
detenido y encarcelado en el barco – prisión Río Segre. Allí me encontré con
numerosos compañeros de mi Comunidad Lasallista, sacerdotes, religiosos y
seglares. En la saca del 11 de noviembre de 1936 fui elegido al azar y con un
grupo de otros 23 presos fuimos llevados a tierra. En el grupo iban algunos
sacerdotes, varios Carmelitas de la Enseñanza y el Hno. Gilberto de Jesús de la
comunidad de la “Casa Provincial – Procuradoría – Bruño” de Barcelona, que se
hallaba en la casa “Sagrado Corazón” de Cambrils recuperando la salud. En el
puerto nos obligarn a subir a un camión y en el pueblo de Torredembarra alcanzamos
la palma del martirio.
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