Las primeras huellas trinitarias en Cuba fueron holladas por
el P. Carlos de Jesús y María en 1895 a cuando este iba camino a la recién
fundación en Colombia. En este primer momento se encontró con el matrimonio formado
por el notario Dr. Carlos Alberto Smith y la Sra. Susana Barrinat que le
ofrecieron la posibilidad de una fundación en Cárdenas, Matanzas.
Visión fundacional de Juan de Mata. |
Después de numerosos
inconvenientes la presencia trinitaria en Cárdenas se hizo posible y aquella
alianza fue sellada con la celebración de la eucaristía el 20 de marzo de 1898.
Inicialmente esta presencia estuvo dirigida a la asistencia pastoral de los enfermos
del hospital.
En 1899, tras el término de las
guerras de independencia, y libres los trinitarios de su servicio en el
hospital, se sentaron las bases de un colegio. Los inicios fueron modestos,
para lo cual se abrió una escuela nocturna en una casa de la calle Laborde,
inmueble de reducidas dimensiones que permitió que al año siguiente se abriera el
Colegio de la Santísima Trinidad.
Con el paso de los años, la
presencia trinitaria no solo se restringió al apostolado escolar que compartían
con numerosos laicos, sino que se extendió al cuidado pastoral de los pueblos o
bateyes de Cimarrones y Lagunillas. Entre los numerosos frailes trinitarios que laboraron en Matanzas, se encuentra el B. José de Jesús y María Ormaechea Apoitia que caería en 1936 bajo las balas comunistas españolas, de quien hablaremos próximamente. El 30 de junio de 1961 los PP. Trinitarios abandonaban Cuba como otras muchas órdenes y congregaciones religiosas dejando atrás años de presencia callada y fecunda .
Colegio de la Santísima Trinidad en Cárdenas, 1935. |
En pleno siglo XI, el francés Juan de Mata y Félix de Valois llevan un poco de esperanza a los cristianos
cautivos bajo las armas musulmanas. En el proyecto original aquellos frailes se
cambiaban por prisioneros cristianos. A través de los siglos, la Orden Trinitaria
ha logrado renovar su carisma fundacional a las necesidades de la sociedad
actual. En un mundo atado a drogas y otras muchas dependencias, en el momento
de su fundación en Matanzas la Orden de la Santísima Trinidad vivía su carisma
fundacional en nuestra patria: redención y prevención por la educación.
La fundación trinitaria en Cuba
es fruto de la tercera restauración de la orden en el seno de la Iglesia. En 1835
con las leyes de desamortización de Mendízabal los discípulos de Juan de Mata desaparecen en España. En 1879 la presencia trinitaria es posible gracias a algunos
frailes italianos que restauran la obra en España.
España será el nuevo puerto misionero hacia América: Colombia, Cuba, México, Chile y otras muchas presencias a favor de la redención de cautivos.
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