domingo, 12 de abril de 2015

Fundación de los Paulinos en Cuba 1953

El 20 de agosto de 2014, la Familia Paulina celebraba sus 100 años de fundación desde suelo cubano. El lugar escogido era la Parroquia de la Caridad en Ciudad de La Habana. 

Los Paulinos se habían establecido en 1953, en ese mismo año el Beato Santiago Alberione dejaba a dos sacerdotes del instituto en La Habana. En 1955 pudo regresar a la ciudad, acompañado de la R. M. Tecla Merlo, fundadora de las Hijas de San Pablo y fiel colaboradora de la primera hora; así como de la R. M. Lucía Ricci, de las Pías Discípulas del Divino Maestro. En 1962 se marcharon los paulinos para regresar en diciembre de 2012. 

Buscando entre miles de páginas digitales del Diario de la Marina, encontré esta entrevista a los primeros paulinos que llegaron a La Habana. Es un artículo largo, pero vale la pena poder leerlo.



Ha iniciado su apostolado de las ediciones en La Habana, la Pía Sociedad de San Pablo

Entrevista con el R. P. Soppelsa, en el Arzobispado.

La Pía Sociedad de San Pablo, la congregación que tan benemérita labor viene realizando desde 1914 por la difusión del Evangelio mediante los medios de la propaganda, acaba de fundar su primera casa cubana. Dos entusiastas sacerdotes italianos, los padres Hugo Zecchin y Aloisse Soppelsa, son los pioneros de esta nueva sucursal, a los que hallamos recién instalados en su residencia del reparto Almendares y con los primeros frutos de su obra habanera: la reducida librería de volúmenes religiosos editados en México y España por la Congregación y que, por el momento y aceptando la generosa acogida del Cardenal Manuel Artega, han abierto al público en los bajos del Palacio Cardenalicio.
“Este es un comienzo sencillo”, nos dice de entrada el Padre Soppelsa, mientras nos invita al interior del pequeño local, en los bajos del Palacio Cardenalicio. Y de segunda, con sonrisa de esperanza nos agrega:
“Pero lo importante es comenzar y con la cooperación paternal de Monseñor Artega ya estamos establecidos en Cuba”. Estos libros, noventa títulos en total, serán la semilla para nuevos envíos de volúmenes que esperamos sirvan para difundir la verdad en muchos hogares…Hemos editado ya el primer número del boletín “El Cooperador Paulino”, que ha recibido franca acogida y nuestro Superior General que pasó hace días unas breves horas en La Habana, se ha marchado dejándonos la promesa de enviarnos para enero otro miembro más de la Comunidad”.
La charla con el padre Soppelsa queda interrumpida con la llegada al local del otro paulino, que hace de Superior: es el padre Hugo Zecchin. Viene con las manos llenas de paquetes de libros, recién sacados de la Aduana. En el primer envió que reciben directamente de España y el fuerte calor y la larga gestión aduanera no le reducen la alegría:
-       Como usted ve le ha tocado presenciar la ampliación de esta pequeña librería. Estos volúmenes vienen a engrosar los que tenemos a la venta y luego, con el favor de Dios, vendrán más, a medida que podamos ampliar nuestras actividades, hasta ahora mantenidas apenas sin recursos.
-       ¿Sin recursos?
-       Hoy por hoy nos mantenemos gracias a las misas que oficiamos cada día, (2 pesos cada día) y de ahí hay que sacar los cien pesos de la casa que tenemos alquilada para comunidad. Una pequeña cantidad que teníamos en reserva, doscientos pesos, los gastamos en el primer número de “El Cooperador Paulino”, que sirvió para darnos a conocer al público cubano. Este boletín pensamos editarlo mensualmente como órgano de “La Unión de Cooperadores del Apostolado de las Ediciones”, pero al no tener actualmente los medios necesarios pensamos sacar el segundo número en diciembre.
-       ¿Y la venta de los libros no dejan margen a la ganancia?
-       Nuestra Congregación no vende sus volúmenes con finalidad de lucro comercial, sino como medio de difusión apostólica, lo que hace que la ganancia sirva para cubrir escasamente con los gastos. Prueba de ello, está en la gran diferencia de precios que se nota en nuestras ediciones. Y para darnos una mayor idea de la Pía Sociedad de San Pablo, nos pasa a ofrecernos detalles interesantes de la Congregación.



La Pía Sociedad de San Pablo está constituida  por sacerdotes formados en sus seminarios, a quienes les da al mismo tiempo la instrucción teórico- práctica necesaria para que lleguen a ser escritores, periodistas, locutores, directores de escena, etc. y por Hermanos legos llamados “Discípulos del Divino Maestro” preparados religiosamente  para la técnica de las tres formas de apostolado. La Congregación se fundó el 20 de agosto de 1904 bajo la protección de San Pablo, en Alba, Italia, con el nombre de Escuela Tipográfica. Su fundador es el actual superior general, Reverendísimo padre Santiago Alberione y su aprobación canónica tuvo lugar siete años después, recibiendo por nombre el de Pía Sociedad de San Pablo. Un nuevo paso de avance tuvo la Sociedad el 10 de mayo de 1941, cuando Su Santidad Pío XII expidió el Decretum Laudis que la convirtió en congregación de derecho pontificio, recibiendo su aprobación definitiva el 27 de junio de 1949.
 La Pía Sociedad de San pablo tiene hoy casas  en  Italia, Francia, España, Polonia, Estados Unidos,  Canadá, Venezuela, Brasil, Portugal, Inglaterra, Suiza, Irlanda, Argentina, Japón, China, Islas Filipinas, Australia, Mejico, Colobia y ahora Cuba, teniendo más de 700 sacerdotes y hermanos y 2000 religiosas, habiendo lanzado al mundo más de setecientas mil biblias en seis idiomas diferentes y cerca de ocho millones de Evangelios.
Entre las primeras iniciativas que los paulinos piensan desarrollar en Cuba, figura la  fundación de una revista católica con el título “La Familia Cristiana”, existiendo la posibilidad de organizar algún programa radial o de televisión, aunque de momento su actividad principal estará concentrada en la librería religiosa establecida en los bajos del Palacio Cardenalicio y qué esta abierta de nueve de la mañana a doce del día.
La Unión de Cooperadores Paulinos, también en marcha, habrá de dar a la Congregación los medios económicos  indispensables para su sostenimiento  teniendo dicha Unión su sede provisional en el Palacio Cardenalicio, donde los fieles interesados en el apostolado de la Pía Sociedad de San Pablo pueden informarse ampliamente de sus medios de cooperación.   
Diario de la Marina, 11/ 08/1953: 8

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