Hace mucho tiempo, publiqué alguna entrada sobre su infancia y adolescencia a través de una línea del tiempo o línea cronológica, que nos permite dar una vista rápida y ágil a los momentos más importantes de su vida y obra lasallista. Ahora publicó a través de ese recurso, su vida, los hechos más importantes desde 1875 a 1966.
Manuel Bonet
un lugar donde se cita la historia de Cuba con aquellos hombres y mujeres de Dios que ha caminado a la sombra de las palmas reales y se ha rezado y amado a Dios y a la Virgen de la Caridad
jueves, 6 de octubre de 2016
miércoles, 20 de abril de 2016
Las escuelas de las Siervas de María en Cuba (1900 - 1917)
Con esta segunda entrada sobre las escuelas de las Siervas de María en Cuba termino este interesante tema que es parte de la educación católica de nuestro país.
En torno a 1913 el Gobierno General de las Siervas de María tras una larga revisión de sus Constituciones, abandonaron aquellas obras apostólicas que no correspondían al carisma recibido por el Espíritu Santo a su fundadora: la asistencia de enfermos a domicilios, por lo cual abandonaron de una vez los colegios.
Santa Maria Soledad Torres Acosta fundadora de las Siervas de María Ministras de los Enfermos |
- Colegio de la Purísima en Manzanillo.
Tras
la Guerra del 95 y durante la dominación norteamericana de la Isla, se vio la
necesidad pronta de abrir escuelas, cambiando los fusiles y machetes por
cuadernos y lápices. El Padre Acevedo quiso dar a Manzanillo un colegio
católico. Para ello pidió a las Siervas que rigiesen aquella obra que apenas
empezaba a esbozarse. Un colegio católico en la ciudad contrarrestaba las
numerosas escuelas laicas y protestantes que se establecieron en todo el país.
La
inauguración del Colegio de la Purísima Concepción tuvo lugar en el mes de
agosto de 1901. Según los Apuntes historiales el reglamento a seguir constaba
de 12 artículos, y estaba fechado el 8 de agosto de 1901, así como firmado por
la Superiora Sor Coralina Zabalza, siendo la Directora del Colegio con título de Maestra Superior, Sor
Mercedes Vaamonde[1].
El Colegio de La Purísima
Concepción, “ubicado al lado de la iglesia y fundado en 1901 por las religiosas de
las Siervas de María, bajo cuya dirección estuvo hasta 1917 y luego pasó a ser
dirigido por la Srta. Caridad Soto Figueredo”[2].
[1] Apuntes., pág. 687.
[2] http://librinsula.bnjm.cu/secciones/268/expedientes/268_exped_1.html
- Colegio de Cienfuegos
Debido a la deuda contraída
con el obispado de La Habana para la construcción del convento de la ciudad de
Cienfuegos, y tras la grave situación económica que vivieron durante la guerra
del 95, la comunidad se vio en la necesidad de abrir un colegio para poder
pagar las deudas que le aquejaban. Este colegio tuvo una corta duración.
Fachada del Colegio - Asilo de San José de Cárdenas. |
- Colegio – Asilo San José de Cárdenas
Probablemente después de la
salida del Colegio Llaca, las Siervas en Cárdenas aceptan la dirección del
Colegio – Asilo San José, obra de la cual no tenemos muchos detalles. Según Teresa Fernández Soneira lo describe
de este modo:
En la ciudad de Cárdenas
faltaba un colegio para la infancia pobre y desvalida. Poco a poco surgió uno
de la nada gracias a la generosidad y esfuerzo de algunas señoras católicas.
Propiamente era un internado para huérfanas o hijas de familia de instrucción
deficiente o nula, que permanecían en el colegio hasta muy entrada la
adolescencia, así como niños hasta la edad de diez años, en condiciones
análogas.
El centro no tenía bienes
fundacionales que aseguraran su subsistencia, pero los católicos de Cárdenas lo
miraban con inmensa simpatía y contribuían a que no faltara a sus niños
el “pan nuestro de cada día”. [1]
El P. Angel Abad, c.m.f., en su obra “Historia de las
parroquias de Cárdenas y Varadero”
explica el origen de esta obra de la siguiente manera:
El barrio de Mijala comenzó a animarse con los grupos de
niños y niñas que pedían caritativo albergue en aquel palacio de la infancia
colocado bajo los maternales cuidados de las Siervas de María. Pero no siendo
la misión de estas monjitas los asilos sino más bien los enfermos a domicilio
fueron sustituidas el 9 de abril de 1918 por las hermanas de la Caridad del
Sdo. Corazón de Jesús.
Doña Eugenia Segrera de
Sardiña junto a otras señoras de las Conferencias de San Vicente, en 1906
dieron inicio al Colegio – Asilo de San José. A las Siervas de María se les pidió que regentaran dicha
obra, las cuales aceptaron prontamente. Un año más tarde, abría sus puertas tal
importante obre de caridad. En la portería del edificio se podía leer una tarja
con la siguiente nota:
"Al entrar en este
sagrado recinto bendiciréis la Divina Providencia y la imperecedera memoria de
la distinguida dama cardenense Sra. Da. Eugenia Segrera de Sardiña que
arrostrando trabajos y dificilísimas dificultades, con la ayuda de la
Conferencia de S. Vicente de Paul, con fondos propios y muy señalados de este
pueblo de Cárdenas edificó y fundó este Asilo Católico para niños huérfanos,
blanco único de su caridad cristiana, bajo la dirección de las Religiosas
Siervas de María. Cárdenas, 16 de enero de 1907."
Manuel Bonet
lunes, 18 de abril de 2016
H. Victorino: Medalla del Centenario de la Bandera cubana (1952)
Probablemente la Positio super virtubes del Hno. Victorino cuente con una ausencia, la información sobre la Medalla Conmemorativa del Primer Centenario de la Bandera de Cuba, pues Alfredo Morales la ignora en su Itinerario y fue buscando periódico por periódico que encontré la referencia a esta.
La Medalla
Oficial Conmemorativa del Primer Centenario de la Bandera de Cuba fue creada
por el Decreto Presidencial número 4248, de 4 de diciembre de 1950 (Gaceta
Oficial de 11 de diciembre de 1950, página 26049), disposición normativa que da
carácter estatal a la ya condecoración creada por la Comisión Interamericana
Organizadora del Primer Centenario de la Bandera de Cuba y de las Expediciones
Libertadoras de Narciso López, por la Resolución XXVII, de 29 de julio de 1950.
Dan la
medalla conmemorativa del Centenario de la Bandera cubana a personalidades católicas
La imposición
se hará en una recepción el 24 de Febrero. Relación.
La medalla
conmemorativa del Centenario de la Bandera Cubana, creada por decreto
presidencial refrendado por el Primer Ministro y el Ministro de Estado, ha sido
concedida a un grupo de personalidades católicas, según se supo ayer
oficialmente.
La preciada
joya, que será entregada el próximo 24 de febrero, en una recepción que con tal
fin ofrecerá en el arzobispado Su Eminencia el Cardenal Manuel Arteaga
Betancourt, será impuesta en presencia del coronel Cosme de la Torriente, del
doctor Miguel Angel Campa, presidente de la Sociedad Colombista Panamericana y
de otras destacadas figuras del Comité del Centenario.
Medalla del Centenario de la Bandera cubana. Anverso. |
Los agraciados
con la mencionada distinción, son los siguientes:
Su Eminencia
el Cardenal Manuel Arteaga Betancourt, Cardenal Arzobispo de La Habana.
Excmo. y
Rvdmo. Monseñor Eduardo Martínez Dalmau, Obispo de Cienfuegos.
Excmo. y
Rvdmo. Monseñor Alberto Martín Villaverde, Obispo de Matanzas.
Excmo. y
Revdmo. Monseñor Alfredo Muller. Obispos Auxiliar de La Habana, autor de la
Oración en el Centenario de la Bandera.
Ilmo. Monseñor
Arcadio Marinas, Vicario General de la Archidiócesis de La Habana.
Ilmo.
Monseñor Dr. José Maximino Domínguez, Canciller del Arzobispado de La Habana.
Ilmo. Mns.
Juan Lobato. Párroco de Montserrate.
Dr. Julio
Morales Gómez, presidente de la Junta Nacional de la Acción Católica Cubana.
Dr. Gabriel
Angel Amenabar y Cabello, director de
Relaciones Exteriores de la Junta Nacional de Acción Católica.
R. P. Juan
McKniff O. S. A. párroco del Santo Cristo.
R. P. Fray
Ireneo de Santa Teresa, párroco del Carmen.
R. P. Manuel
Foyaca de la Concha S. J., profesor del Colegio de Belén.
R. P.
Antonio M. Entralgo Sch. P. Consiliario del Consejo Diocesano de La Habana de
los Caballeros Católicos de Cuba.
R. P. Dr.
Eduardo Boza Masvidal, Párroco de La Caridad.
Dr. José Montó
Sotolongo, vicepresidente de la Asociación de Caballeros Católicos de Cuba..
R. P. Modesto
Galofré, Sch. P. Rector de los Escolapios de Guanabacoa.
R. H.
Victorino D. L. S. fundador de la Juventud Católica Cubana.
R. Madre
Sor María de los Ángeles Antiga, directora de las Dominicas Francesas.
R. P.
Calixto García Reyneri.
R. P.
Armando Arencibia.
Sr. Juan
Emilio Frigusl Ferrer, cronista carólico del DIARIO DE LA MARINA y señorita
Angela Domingo.
Además, a
la Junta Nacional de la Acción Católica se le ha concedido la medalla de plata,
destinada a instituciones.
Medalla Conmemorativa del Centenario de la Bandera cubana. Reverso |
La medalla
correspondiente a Su Eminencia el Cardenal Manuel Artega, le será impuesta en
Palacio el día 14 de abril, Día de las Américas, conjuntamente que al honorable
Presidente de la República.
Diario de la Marina, 1952 - 02 - 02: 8
Manuel Bonet
viernes, 15 de abril de 2016
Las escuelas de las Siervas de María en Cuba (1875 - 1900)
Hay en la casa, dos tomos de la obra Historia de la educación católica en Cuba1582 - 1961 de la querida Teresita Fernández Soneira, que recogen parte del legado educativo de la Iglesia a nuestra patria. En alguna conversación vía internet, salió el tema que hoy me ocupa y la existencia de fuentes que precisan la existencia de escuelas regentadas por las Siervas de María Ministras de los enfermos en Cuba. Desgraciadamente no contamos con las listas de aquellas que en otrora calendas fueron educadas por ellas por la destrucción de sus archivos en 1961. De la labor escolar desempeñada quedan memoria en dos mujeres grandes, heroicas: Josefa Segovia, cofundadora de la Institución Teresiana y la Madre Ma. Soledad Sanjurjo, Sierva de Maria, ambas camino a los altares.
- Colegio de Santiago de Cuba (1876 - 1879)
Al llegar las primeras Siervas de María a Santiago de Cuba el 8 de marzo de 1875, en las inmediaciones del edificio donde se alojarían, hoy el actual Templo de los Desamparados, se tenía una pequeña escuelita para las niñas de la barriada a las que se les dio vacaciones por tiempo indefinido. En junio de 1876
volvió a abrirse el colegio, que se puso bajo la dirección de Sor Caridad
Vieites. Este colegio cerrará en 1879 al verse obligadas las Hermanas a dejar
la dirección del mismo para poder asistir a los numerosos enfermos de cólera en
la ciudad. La Hermana encargada de la instrucción era Sor Caridad Vieites.
- Fundación del Colegio Llaca de Cárdenas.(1890 – 1900)
En el mes de enero de 1890, durante la visita de
la Rvda. Madre General Josefa Díaz a las comunidades de Cuba, estando en el
Hospital de Cárdenas, se comentó otra
fundación en esta ciudad. Los médicos D. Octavio Smith y D. Joaquín
Otazo, comentaron el deseo que abrigaban de poder contar con una casa para
asistencia a domicilio y que se encargaran de la educación de la juventud. La
Madre General contestó que no tenía inconveniente en acceder a su súplica,
siempre que pusieran a disposición de las Hermanas una casa o local apropiado.
Como ninguno de los señores poseía los recursos en ese momento para hacer
realidad su sueño, aquel asunto quedó en una plática de carácter filantrópico
sin mayores respuestas.
En un momento posterior que no podemos cifrar, se
hallaba la Madre Filomena con Doña Teresa Pozo de Vega, quien retomó el
proyecto y sugirió pedir al Ayuntamiento el “Colegio Llaca”.
El Colegio Llaca fue inaugurado el 25 de julio de 1885 y recibió éste
nombre en honor a su principal donante y promotor Don Francisco de la Llaca y Sotero, alcalde de la ciudad. Este alcalde donó sus salarios correspondientes, de
su cargo, durante los años 1883 y 1885, para la
creación de esta escuela, apoyado por los vecinos con sumas de dinero y
materiales. Ubicado en Real esquina a Minerva, está destinado a estudiantes de
ambos sexos con carácter privado. Tres años después pasa a ser regentado por la
Congregación “Siervas de María”[1].
Animadas y motivadas, las Hermanas solicitaron al
Excmo. Sr. Ayuntamiento de esta ciudad, el nombrado colegio, que les otorgado
como vivienda con la sola condición, de que habían de dar educación a las
niñas. Por lo cual se firmó el acta de fundación el 13 de diciembre de 1890.
Puesto que las Hermanas no podían abandonar el
Hospital y se necesitaban más religiosas para poder establecerse en el Colegio,
la comunidad postuló entre conocidos hasta que obtuvo lo suficiente para
costear los pasajes de las que habían de encargarse del colegio. Sor Gabriela Pastor se esmeró y preparó
todo para la llegada de las Siervas a las instalaciones escolares.
La comunidad estaba formada por Madre Elisa de Diego
como Superiora, Sor Agueda Aldás, Sor Beatriz Urrutia, Sor Isidora Gorricho,
Sor Idelfonsa Azcoidi, Sor Laura Ureñal y Sor Salvadora Adrían. Inicialmente pasaron algunas
necesidades, pues no se contaba con ningún tipo de apoyo económico, providencialmente
recibieron un donativo de treinta pesos y el dueño de un almacén de comestibles
les regaló un pedido que le hicieron.
Pronto el colegio comenzó su andadura de la mano
de las Siervas de María. Las niñas se sentían en casa y las religiosas se empeñaban
en dar lo mejor de sí.
Las dificultades no se hicieron esperar y estas
vinieron de la mano del Cura Párroco que les depojó sin ninguna razón del
Reservado. En dos ocasiones hizo lo mismo, obligándolas a ir a la Parroquia a hacer las visitas
por espacio de cuatro años seguidos.
Después de la tormenta sobrevino la calma, dando ejemplos de resignación
y paciencia las Siervas de María.
Tras diez años de servicios, el Ayuntamiento
adoptó la resolución de obligarlas a desalojar el edificio para cederlo a
otros, recibiendo la noticia a
través de un comunicado. Enterada la población de dicha medida, protestó con
energía. Las señoras Doña Rosa Castro de Zaldo, Doña Eugenia Segura de Sardiñas
y Doña Enriqueta Casanova de Carol recogieron firmas en la población con la
finalidad de que se dejase a las Siervas al frente del Colegio Llaca. La
presión popular logró que el Ayuntamiento desistiese de su intento, pero muy
pronto con el gobierno interventor por medio, las Hermanas dejaron el colegio para siempre.
Durante estos diez años no se preocuparon las
religiosas por proveerse de alguna residencia que les acogiera en caso de
necesidad. Al ver por terminados sus servicios en el colegio, a dónde se
dirigirían. Con la ayuda del Dr. Smith y su familia, quienes con ayuda de las
principales señoras de la ciudad organizaron una suscripción que les permitió
reunir dos mil doscientos pesos. Con aquella cifra, más los donativos de las
casas de La Habana, Colón y el Hospital de Cárdenas, pudieron comprar un solar
y hacer una casa nueva, a la cual se trasladaron el 28 de diciembre de 1900 e
inauguraron su capilla el 6 de enero de 1901.
- Fundación de la Casa – Colegio en el Carmelo, La Habana (1893)[1]
La Madre Purificación Chillarón, superiora de la casa de La Habana y
Visitadora del resto de las casas en Cuba, se fijó en el pueblecito de El
Carmelo, en aquellos años cercano a La Habana, hoy formando parte de la misma,
para construir o comprar una casa donde las Hermanas pudieran ir a tomar los
baños y descansar después de las numerosas jornadas de asistencia. Por lo cual solicita permiso a principios de 1893 a Mons. Manuel
Santander y Frutos para comprar una casa en esta localidad por el precio de $ 1600.00
pesos.
Confiada en la Providencia, encomienda la obra a San José y compra la
propiedad, a pesar de las contradicciones construye una capilla de nueva planta
y suficientes habitaciones para acoger a las Hermanas necesitadas de descanso
físico y espiritual. Finalmente, el 5 de noviembre de 1893 se bendice la
capilla con el nombre de Nuestra Señora de la Salud, siendo la Madrina, la Sra.
Dña. Juana Cayrós de Ruíz. Las Siervas de María se contaban en número de hasta
treinta y seis pues las casas cercanas quisieron acompañar a la Madre
Purificación en la bendición de aquella casa que era para todas.
La comunidad estuvo inicialmente formada por Sor Carolina Barbarín como
Hermana Mayor, Sor Rafaela Jiménez y Sor Irene Gallego.
El día 8 de enero de 1894 se abrió el colegio asistiendo 22 alumnos de
ambos sexos, que nunca antes habían asistido a clases ni tenían noción de religión. La matrícula ascendió hasta setenta y dos en poco tiempo. Para el próximo curso se inscribieron 50
alumnos en el colegio.
Aquella casa pensada inicialmente en lugar de descanso para las Hermanas
fatigadas y cansadas, se convirtió en lugar de cultura y conocimiento donde la
caridad reinaba extendiéndose a los habitantes de aquel poblado.
Manuel Bonet
[1]Cfr.http://www.ecured.cu/index.php/Cl%C3%ADnica_del_Neurodesarrollo_Rosa_Luxemburgo
Hno Victorino: Medalla Carlos Manuel de Céspedes
En los años durante los cuales el Hno. Victorino permaneció en Cuba, recibió numerosas condecoraciones de las cuales me gustaría hablar en este espacio. Muchas de ellas fueron recibidas en la intimidad del Colegio San Juan Bautista de La Salle del Vedado, delante de muchos y muchas federadas. Los mismos que le siguen invocando hoy.
Una de las primeras condecoraciones fue la Orden Nacional de Mérito Carlos Manuel de Céspedes, otorgada a personas nacionales o extranjeras en el ejercicio de cargos diplomáticos o consulares, misiones especiales, congresos o conferencias internacionales o por eminentes servicios prestados a Cuba y a la humanidad. Otros que ostentaron en sus viriles pechos esta orden cubanísima fueron el Hno. Quadrat Lèon, eminente botánico; S. E. R. Mons. Manuel Artega, primer cardenal cubano; S. E. R. Mons. Boca Masvidal, Alberto I de Bélgica, Ernest Hemingway y el federado Dr. Julio Morales y las queridas damas Candelaria Acosta y Dulce María Loynaz.
La Orden fue creada por el Decreto Presidencial No. 486 del Presidente Gerardo Machado, el 18 de abril de 1926, publicado en la Gaceta Oficial de la República el día 20. La fecha escogida para firmar el Decreto Presidencial fue el 18 de abril, ya que ese día se conmemoraba el 108 aniversario del natalicio del Padre de la Patria, Carlos Manuel de Céspedes, primer Presidente de la República en Armas. Se otorgaba el 10 de octubre, fecha del aniversario del Grito de Yara y el 18 de abril, natalicio de Céspedes.
Detalle. Anverso |
Estas condecoraciones se acuñaron generalmente en metal
precioso, con esmaltes de vistosos colores, y fueron fabricadas en un taller de
alto prestigio, el de Antigua Vilardebó y Riera, de La Habana, una gran casa de orfebrería de
Cuba, de renombre mundial, donde se manufacturaron casi todas las Condecoraciones
de Cuba de la época Republicana.
La medalla de la orden consistía en la efigie de Céspedes en
un medallón de oro circular, rodeada de una banda en esmalte azul en el cual se
lee: "Carlos Manuel de Céspedes, 1868" (el nombre del héroe y el año
del levantamiento de La Demajagua,
1868. En el medio una joya casi circular con bordes de hojas de
laurel unida en su base por un lazo de oro. En torno a esta una guirnalda con cuatro estrellas que
representan los cuatro estados en que estaba dividida la república en 1868:
Oriente, Camagüey, Las Villas y Occidente. Saliendo de esta diez hojas de acanto radiadas que
representan el décimo mes del año (octubre, mes del alzamiento del Grito de Yara).
Detalle Anverso |
En el anverso figura sobre esmalte blanco el escudo nacional de Cuba.
La medalla pende de una cinta de muaré azul marino. La joya pende de una cinta de moaré azul marino. La Gran Cruz tiene además una placa de 10 rayos de oro (5
lisos y 5 adiamantados), alineados con 10 hojas de acanto (cinco lisos y cinco
adiamantados).
Siendo el Presidente el Gran Maestre de la Orden, tenía el poder de conferir esta condecoración. En este caso, Grau San Martín fue quien la otorgó al Hno. Victorino. Lo más probable es que el nombramiento haya sido efectuado el 10 de octubre para entregarse posteriormente. Los periódicos de la época hicieron alusión a este hecho, y se seleccionó el 11 de febrero para entregarla como veremos a continuación:
Diario de la marina, 11 de febrero de 1947: 10
Las juventudes de acción católica agasajara esta noche al
Hno. Victorino.
En la oportunidad de celebrarse
el XIX aniversario de fundada la Federación de las Juventudes de Acción
Católica Cubana, esta ofrecerá al Rvdo. Hno. Victorino D. L. S. un homenaje con
motivo de haber sido condecorado por el Gobierno de la republica confiriéndole
la Orden de Carlos Manuel de Céspedes, y que le será impuesta por el
Eminentísimo señor doctor Manuel
Artega y Betancourt, Príncipe de la Iglesia, a nombre del Gobierno.
Según nos informan Fr. Pablo de
Lete, Consiliario; la señorita Blanca Hernández Herrera, presidenta, y el
doctor Ramón casas Rodríguez, presidente de la aludida Confederación, el
homenaje tendrá efecto hoy a las 8 p.m. en el Colegio de La Salle, Vedado.
Diario de la marina, 12 de febrero de 1947: 10
Por el Dr.
Francisco R. Frerán y Rivero
SE LE TRIBUTO
UN HOMENAJE AL HNO. VICTORINO
Las Juventudes
Católicas se lo ofrecieron anoche. Recibió la Medalla de C. M. De Céspedes.
Anoche, a las 9, se celebró en el colegio de La Salle del
Vedado un homenaje al Hno. Victorino, fundador de la Federación de Juventudes
Católicas con motivo de haber
recibido este la medalla por parte del Gobierno de la Orden Carlos Manuel de Céspedes y de celebrarse
el XIX aniversario de la fundación de las juventudes católicas.
El conjunto polifónico del Instituto
de La habana tocó el Himno Nacional. A continuación la señorita Blanca
Hernández, presidenta de la rama D de la juventud femenina de Acción Católica pronunció
las palabras de apertura.
PALABRAS DE BLANCA HERNANDEZ
La señorita Hernández se refirió
a la personalidad del Rvdo. Hno. Victorino recordó los primeros tiempos de la
Federación, cuando él trabajó casi sólo y finalizó sus palabras expresando el agradecimiento
de todos los federados al Hno. Victorino por haber comenzado tan grande obra.
Las señoritas Myriam de Cinca y
Hortensia Lanza ejecutaron un dúo de arpa que gustó mucho a la concurrencia. El
Doctor Ramón Casas Hernández,
presidente de la juventud masculina de Acción Católica dio lectura al
ofrecimiento del homenaje.
PALABRAS DEL DR. RAMON CASAS
El doctor Ramón Casas hizo una historia sintética de la
Federación. Recordó los tiempos malos y los tiempos buenos; señaló que el espíritu
del homenajeado había hecho posible la realización de la obra y terminó
diciendo que nadie como él se merecía el homenaje.
El Eminentísimo señor Cardenal Arzobispo de La Habana,
procedió a condecorar al Rvdo. Hno. Victorino con la medalla de la orden Carlos
Manuel de Céspedes. El Hno. Victorino dirigió la palabra a la concurrencia
agradeciendo el homenaje.
PALABRAS DEL H. VICTORINO.
El Hno. Victorino, con sencillas
frases, agradeció el homenaje. Dijo que lo había iluminado la Santísima Virgen
María y que él confiaba mucho en el éxito de la Federación, porque la juventud
lo puede todo con su entusiasmo y su fe.
La señorita Georgina Loy, notable recitadora procedió a
declamar varias poesías y el conjunto Polifónico del Instituto de La Habana
ejecutó las siguientes piezas musicales: La Bayamesa, la Rosa Blanca, El Mambí,
y la Habanera del maestro Sánchez de Fuentes.
A cargo de Su Eminencia Monseñor
Manuel Arteaga estuvo el resumen del acto en el cual se refirió a la figura del
Hno. Victorino, diciendo que honrar a quien lo merece, nos honra. Añadió que el
futuro de la patria dependía de los esfuerzos que realizaran los jóvenes de hoy
y felicitó, para terminar, al Hno. Victorino.
Y con las notas del himno de las juventudes católicas
finalizó el acto.
Manuel Bonet
domingo, 10 de abril de 2016
Hermano Victorino: 50 años de ausencia
Hoy, se ha presentado en Puerto Rico la Positio super virtubes del Hno. Victorino de La Salle. Coincide este hecho con la celebración de los 50 años de su ausencia. Una ausencia fecunda. Me ha emocionado la presencia de numerosos federados que en torno al Hno. Meoli, postulador de su causa, cantado el himno que otrora reunía a las juventudes cubanas.
La presentación de la la Positio es un paso importante en su causa de canonización. Este documento, será estudiado por un conjunto de especialistas que constarán el grado heroico de sus virtudes.
Pero su santidad, es una santidad viva, contagiosa. Ayer y hoy su figura callada y disimulada se vuelve a hacer presente en medio de la Iglesia cubana. Hace unos días se presentó en Roma, la exhortación apostólica Amoris Laetitia, sobre el amor a la familia. "El anuncio cristiano relativo a la familia es verdaderamente una buena noticia".
Muchos de aquellos jóvenes de entonces, recordarán la ardua labor en favor del matrimonio en las filas de la Acción Católica. Los encuentros para familias federadas, las fotos con los nietos. Necesitamos recuperar el aporte a la familia católica cubana de este hermano de La Salle.
El legado del Hno. Victorino no se agota.
sábado, 12 de marzo de 2016
Novena a San José: San José en los primeros siglos.
Durante la primera catequesis
cristiana, su mensaje se centró en el anuncio del kerigma: pasión, muerte y
resurrección del Señor (Hch 2, 22 – 24; 3, 13 – 16; 4, 10; 5, 30 – 32); sin
embargo, en el evangelio pre – pascual, se presentó a José como trasmisor de la
ascendencia davídica, como padre de Jesús, como esposo de María y finalmente
como silencio fecundo en la plenitud de los tiempos. No se necesitaba escuchar
a José hablar, se necesitaba entender aquellos verbos hechos movimiento: tomó, le puso, levántate, huye, se
quedó allí,…
Para los cristianos que no
conocieron a Jesús surgió la necesidad de conocer más de cerca el evangelio de
la infancia o de la vida oculta en Nazaret, y de esta inquietud surgieron los
“evangelios apócrifos”. Sin quererlo, la reflexión cristiana partía de la
realidad histórica y pascual para detenerse en la fantasía religiosa pre –
pascual o pascual. Se intentaba expresar la pre – historia familiar de Jesús
hasta sus abuelos (no estaban claros los datos familiares en las genealogías:
Mt 1, 2 – 16; Lc 3, 23 – 28); la presencia de María durante su infancia en el Templo de Jerusalén; su boda,
acompañada de lo maravilloso; acompañantes y episodios en el camino hacia Belén
o hacia Egipto; la vida familiar en Nazaret, la muerte de san José.
Estos años resultan difíciles
para la reflexión cristiana, que tendría que luchar para que los modernismos o
la antigüedad de ideas, filosofías y preconceptos culturales, no se mezclaran
con la simplicidad de la buena noticia anunciada por Jesús.
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