La guerra civil española (1936 - 1939) nos trajó a nuestro primeros mártires y beatos cubanos: fray José López Piteira, o.s.a. y fray Jaime Oscar Valdés, o.h., de quien hemos hablado anteriormente en este espacio. En el caso del primer su causa pertenece a la causa de Avelino Rodríguez, sacerdote profeso O.S.A y 97 compañeros mártires de la Orden de San Agustín, además de 6 compañeros del clero secular. En el caso del segundo su martirio está incluido en la causa de Mauricio Íñiguez de Heredia y 23 compañeros hospitalarios.
¿Dónde quedaron sus restos? ¿Dónde descansan sus cenizas? ¿Podemos venerarles en algún templo?
Al término de la guerra los Hermanos Hospitalarios pudieron recuperar los restos de algunos de los religiosos martirizados y fueron llevados a la Iglesia del Parc Sanitari Sant Joan de Deu de Sant Boi de Llobregat donde reposan 26 de los 95 religiosos Hospitalarios de San Juan de Dios que calleron víctimas del comunismo entre 1936 y 1937 y pertenecían a las casas de Valencia, Calafell, Barcelona y San Boi. En algunas ocasiones la capilla martirial ha sido restaurada y bendecida con la presencia de sus Hermanos mártires.
Capilla tras la beatificación de 1992. |
La capilla está integrada por 26 arquetas de mármol donde descansan los restos de 17 Hermanos beatificados el 25 de octubre de 1992 por el Papa Juan Pablo II y de 9 Hermanos beatificados en Tarragona por el Papa Francisco.
Capilla actualmente. |
En medio de las arquetas se aprecia una escultura de terracota de Salvador Mañosa de 1995 y el cuadro de los fusilamientos de Calafell de José Luis Fuentetaja.
Relicarios. |
Al ser fusilado fray Jaime Oscar Valdés con su superior en los muros del cementerio de Los Oliveretes, sus restos mortales desaparecieron sin poderse hallar hasta la fecha. Al recordarles hacemos memoria litúrgica, son parte de aquellos que ha sido fieles hasta la muerte. Si bien sus cuerpos no han sido hallados, su memoria no se perdió ni para su congregación religiosa ni para su tierra natal.