viernes, 16 de junio de 2017

Hno Victorino: su corazón mariano

Hablar de la presencia de María, Madre de Jesús en la vida del Hno. Victorino de la Salle es ubicarlo en la estela mariana de doctrina, prácticas y devociones propias que dejo el Sr. de La Salle a los Hermanos de las Escuelas Cristianas.

Nuestra Señora de Lourdes, en Francia.

El culto a Nuestra Señora de Lourdes hizo en su corazón un altar en el que depositó los rostros familiares, la salida de Francia, el destierro en el gélido Canadá, la llegada a Cuba.  

Más tarde, el contacto en Cuba con los chicos y la Virgencita de la Caridad del Cobre mostró su lado más íntimo y apostólico: la incomparable lista de alumnos y conocidos, de padres de familias, de sacerdotes. Por en su corazón brillaron por siempre dos nombres: Lourdes y Caridad.

Lourdes fue testigo de sus correrías apostólicas en pos de la fundación de la Juventud Católica, la Federación, los exvotos a sus pies.


Nuestra Señora de la Caridad del Cobre.

A la Caridad le encomendará más tarde los Grupos de Matrimonios que en tierra cubana nacieron y conocieron el duro exilio, maltrechos y desarrapados, bajo la dictadura castrista por otras tierras. En su exilio, muchas llevarían con los recuerdos alguna medallita al cuello, de la flor más hermosa de los campos cubanos. En su corazón, el Hno. Victorino portará una estampita con una plegaria de sueño y esperanza.

Amada Virgen de la Caridad,
Madre de los cubanos:
Yo te veo llorar por cuanto sufren
y han sufrido tus hijos.
Madre querida, la prueba es dura y larga…
Basta ya de penas, de lágrimas, de separaciones.
Ten compasión de tu pueblo que tanto te quiere.
Oye nuestras súplicas…
Aplasta pronto la cabeza de la serpiente roja
que atormenta la Patria,

y te prometemos hacerla mejor y más cristiana.


Manuel Bonet Ochoa 

martes, 23 de mayo de 2017

A cualquier hora del 1o de Noviembre

 Así se tituló la entrada que le dedicó Jorge López Teulón en su blog (http://www.religionenlibertad.com/cualquier-hora-del-noviembre-carcel-san-anton-18604.htm), al hablar del martirio del joven agustino nacido en Cuba, fray José López Piteira.

Era el día de Todos los Santos, y a los santos del cielo, se unieron por el martirio, una cincuentena de frailes agustinos que se ganaron la palma del martirio, víctimas del comunismo en España.


Fray José López Piteira si bien nació en Cuba, sus padres eran inmigrantes gallegos que dejaron su Galicia natal para probar fortuna en alguna de las colonias españolas en ultramar. El 2 de febrero de 1912 nació José, en Jatibonico, actual provincia de Ciego de Ávila. 

Su padre, D. Emilio López Vilelo contrajo matrimonio con Doña Lucinda Piteira Romero, ambos naturales de Dacón, Maside, Galicia.  El 19 de julio de 1904, la Providencia les bendice con la primogénita, a quien le pondrán el nombre de Rosa. Casi un año más tarde, nace Francisco, el 16 de diciembre de 1905.

Entre 1906 y 1907 el matrimonio emprende viaje hacia Cuba, dejando a los pequeños al cuidado de los abuelos. En la mayor de las Antillas nacerán  Ma. del Pilar, el 21 de octubre de 1908, en Santiago de Cuba. Más tarde, ya establecidos en Jatibonico, nace Ma. de la Purificación el 9 de agosto de 1910; nuestro José el 2 de febrero de 1912. Vueltos a la Galicia natal, naceran Agustín (1918), Inocencio (1921), Julia (1924), José Benito (1926) y Ma. de la Caridad (1930).

Quien diría que este chiquillo nacido en Cuba, llegaría un día a la balconada de San Pedro del Vaticano. 
Manuel Bonet Ochoa

José Olallo Valdés el rostro de la misericordia

Hace algún tiempo he querido escribir sobre nuestro querido Beato fray José Olallo Valdés, el rostro de la misericordia en la Cuba del siglo XIX y "un campeón de la caridad cristiana" (José Saraiva Martins, Homilía de la Beatificación, Plaza de la Caridad, Camagüey, 29 de noviembre de 2008), sin embargo el tiempo sigue siendo una dificultad.

Cuba recordemos que no tenía ningún Beato propio, muchos habían laborado en nuestras tierras. Nombres y mujeres del evangelio. No se desconocía la obra del Venerable  Félix Varela y Morales Sin embargo, no fue hasta el 28 de octubre de 2008 que en la beatificación de los numerosos mártires españoles en la Plaza de San Pedro del Vaticano, se escuchó el nombre del joven agustino, fray José López Piteira, nacido en Jatibonico (1912 - 1936).



Un año después, el 29 de noviembre, le tocó el turno de verle en los altares al ya conocido fray José Olallo Valdés, el Padre de los Pobres.  El Superior General de los Hospitalarios de San Juan de Dios, Hermano Donatus Forkan, previa a la celebración recordaba, "esta beatificación es para nosotros otro punto fuerte de la historia de la hospitalidad, que ha perdurado a lo largo del tiempo y que sigue siendo válida, hoy más que nunca".  

Después, le ha tocado el turno a fray Jaime Oscar Valdes (La Habana,1891 - Playa de la Malvarosa, España, 1936), quien el 13 de octubre de 2013 fue reconocido como mártir y testigo de Cristo en el Complejo Educativo de Tarragona.


Manuel Bonet Ochoa




martes, 4 de abril de 2017

El Hno. Victorino sigue haciendo lio

       Hace como dos meses no escribo en este espacio, no por falta de tema, que se sobran para dar a conocer a esos numerosos testigos que cruzaron de un extremo a otro a nuestra Cuba, sino porque últimamente he estado muy ocupado en el trabajo.

       En el pasado 2016, diferentes medios de comunicación cubrieron la presentación de la Positio super virtutibus del estimado Hno. Victorino de La Salle, en Miamo y San Juan de Puerto Rico.

          El Hno. Victorino sigue haciendo lío, ahora en la Santa Sede.


Con el No. 2279 se identifica el proceso de canonización del Hno. Nymphas Victorin Arnaud Pagés (1885 - 1966), en la Congregación para las Causas de los Santos, en Roma. 
Después del 16 de abril del 2016, una nueva pagina se escribió en el Iter de su causa, con la presentación de la Positio - un extenso compendio de su obra y sus virtudes - como muchos conocemos.
        El próximo 18 de noviembre del 2018, se hará el congreso para el estudio sobre la Positio de nuestro Vitico.

         Apropiándome de una frase de Teresita Soneira, "el Hermano Victorino... que es un Hermano de los buenos" puede que pronto se le dé el título de Venenrable. ¿En qué podemos ayudar? Sigamos rezando para el Espíritu ilumine a los teólogos y Cardenales que intervendrán en este momento histórico y sancionen su causa de manera positiva.

       Así que echémosle ganas y pongámonos a rezar.
El Hno. Rodolfo Meoli, Postulador general de los FSC presenta la Positio en Miami.

martes, 10 de enero de 2017

Un futuro cardenal del siglo XIX, en la historia de Cuba


En Quintana del Pidio, provincia de Burgos nací un 18 de junio de 1833. Hijo de Ambrosio Sancha y Baltasara Hervás.  Ante una muerte pronta, un vecino del pueblo con el “agua del socorro”, le robó al párroco el privilegio del bautismo.
Mi herencia fueron los callos en las manos de mis padres pues siempre fuimos campesinos pobres sin hacienda ni propiedades.
Beato Ciriaco María Sancha y Hervás.
Tapiz de la beatificación.
Algo descubrió mi padre en mi que me permitió tomar clases de latín y de gramática, lo que me permitió con la ayuda del párroco ingresar en el Seminario de Santo Domingo de Guzmán en Burgo de Osma (Soria). Por mis resultados y mis actitudes obtuve una beca que me permitió ampliar los estudios sacerdotales. El 27 de febrero de 1858 fui ordenado sacerdote.  Aún recuerdo las palabras del celebrante y el óleo oloroso en mis manos, lo rápido que se agita el corazón cuando las manos de los presbítero se imponían en mi cabeza, junto a una gran certeza: “portas un tesoro en una vasija de barro”.
En septiembre de 1861 obtuve el título de licenciado en teología en el Seminario Pontificio de Salamanca y al año siguiente dejé España, y partí como Secretario de Mons. Primo Calvo Lópe, nuevo Arzobispo Santiago de Cuba.

Anillo y pectoral del Beato Ciriaco María Sancha.
http://www.architoledo.org/centenario_sancha_blanco/exhumacion_sancha/slides/006.html 
En 1868 en Cuba estalla la Guerra del 68: los criollos buscaban independizarse del gobierno español. El caos, la proliferación de enfermedades tropicales, la falta de alimentos y el aumento de heridos de ambos bandos, me impulsó a buscar una respuesta a aquel contexto de misericordia. Dios que va escribiendo derecho en renglones torcidos, me permitió conocer a través de la reconciliación y la dirección espiritual a un grupo de señoritas que se convirtieron en la semilla de las Hermanas de los pobres inválidos y niños pobres, hoy Hermanas de la caridad del Cardenal Sancha.
En este período fui nombrado Vicario capitular sede plena, y viví el cisma de la Iglesia de Santiago de Cuba cuando el gobierno español nombró Arzobispo a un sacerdote sin contar con la Santa Sede. Aquella situación me condujo a la cárcel y al destierro entre octubre de 1872 y abril de 1874. Al concluir el cisma, continué con mi labor pastoral. De aquellos años fueron los primeros tramites para lograr la unión de mis Hermanas de la caridad a las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, por lo cual estas se vieron en la necesidad de trasladarse a la isla de Cuba y así, providencialmente, empezó su expansión misionera en Hispanoamérica.
El 7 de julio de 1875 recibí el anuncio de haber sido presentado para obispo auxiliar de Toledo con sede en Madrid, y ese mismo día contesté con un gran fiat a la voluntad de Dios. Finalmente el 12 de marzo de 1876 recibí la consagración episcopal de manos del cardenal de Toledo, asistido por los Obispos de Ávila y Pamplona.  Desde aquel día, añadí a mi nombre de pila, el nombre de María, como expresión de mi afecto y devoción.

Solideo del Beato Ciriaco María Sancha.
http://www.architoledo.org/centenario_sancha_blanco/exhumacion_sancha/slides/006.html

Durante este período mi labor pastoral aumento al confiárseme la animación pastoral de la vida religiosa de la arquidiócesis de Toledo, teniendo encuentros con las diferentes y numerosas comunidades religiosas. Así conocí a santa Vicenta María López y Vicuña que ponía las bases para la fundación de las religiosas de María Inmaculada con un amplio apostolado entre las sirvientas y personal de servicio doméstico.
En 1882 fui nombrado obispo de Ávila, mostrando mi mayor preocupación en los sacerdotes y las vocaciones sacerdotales, principalmente de aquellos jóvenes pobres que deseaban ser sacerdotes un día. Ellos deben ser la intención más cercana al corazón de todo  obispo, porque la primera es el deseo de estar con Jesús sacramentado.
Preconizado como obispo de Santiago de Compostela, la mano providente de Dios se manifestó de tal manera que fui nombrado obispo de Madrid – Alcalá. Confiado en María Santísima, el 8 de diciembre de 1886 entré en mi nueva diócesis. En 1892 pasé a la archidiócesis de Valencia y dos años más tarde, fui promovido a cardenal con el título de San Pedro “in Montorio” por mis perseverantes trabajos apostólicos en Cuba, Ávila, Madrid y Valencia, pero lo que la bula no decía es que mi trabajo episcopal tenía sus cimientos entre los pobres con quienes compartía fe y vida.

El 25 de febrero de 1909 el Señor me llamó a su lado, pobre, pobre, el cardenal de Valencia.
Urna - relicario del Beato, en la Capilla de San Pedro, Catedral de Toledo.
Fotografía David Garrido en www. preguntasantoral.es
Manuel Bonet Ochoa

sábado, 22 de octubre de 2016

Hno. Victorino de la Salle: Pro Ecclesia et Pontifice (II)

Termino con esta entrada con algunos datos curiosos sobre el momento en que Mons. Pérez Serantes, Arzobispo de Santiago de Cuba le colocó la condecoración pontificia Pro ecclesia et Pontifice. Son algunos artículos de periódicos de la época. 

Condecoración

Al final del banquete y despues de haber usado de la palabra el Sr Pbro Andrés Valdespino, ofreciendo el homenaje en setidas y bellas frases y la doctora Josefina Zaragoza, el Obispo Auxiliar de La Habana Monseñor Alfredo Muller impuso en medio de una cálida ovación al Hermano Victorino y en representación de Su Eminencia el Cardenal Manuel Arteaga la Cruz Pro Ecclesia Et Pontifice concedida la semana anterior por el Santo Padre.
Como no hubo tiempo de traer de Roma la condecoración referida, le fue impuesta anoche la Cruz que es propiedad del doctor Julio Morales Gómez, ex presidente de la Federación.
En emocionadas palabras el Hermano Victorino dio las gracias por el honor referido y por el homenaje que se le rendia, usando de la palabra al momento en que se redactan estas lineas, con la premura del cierre.
 (Diario de la Marina, 1953. 02. 12: 53)

Dos días después se publicó la foto que inmortalizó el momento en que el Arzobispo de Santiago de Cuba Excmo. y Rvdmo. Monseñor Enrique Pérez Serantes, en los momentos en que imponia al Reverendo Hermano Victorino, noches pasadas, la Cruz Pro Ecclesia et Pontifice, durante el banquete dado en su honor con motivo de las Bodas de Plata de la Juventud Católica Cubana.  (Diario de la Marina, 1953. 02. 14: 8).

La medalla se perdió tras la salida de los Hermanos de Cuba en 1961. Probablemente nunca recuperaremos esta reliquia de aquellas calendas.
Manuel Bonet Ochoa




jueves, 20 de octubre de 2016

Hermano Victorino de la Salle: Pro ecclesia et Pontifice. (I)

Con esta entrada cierro el ciclo de las condecoraciones que recibió el Hno. Victorino de La Salle. La edición del periódico no es buena, así que por más que intente completar los datos no pude, así que publicaré lo más importante de la nota.  Hoy publico una parte de la misma. 

La Medalla Pro Ecclesia et Pontifice ("Cruz de Honor"), es una condecoración papal institucionalizada por León XIII el 17 de julio de 1888, en la celebración de sus cincuenta años de ordenación sacerdotal y es conferida como premio a la fidelidad a la Iglesia y el servicio distinguido a la Comunidad eclesial por parte de Clérigos y Laicos.

Consiste en una cruz octogonal con la flor de lis en los cuatro cantones de la misma y con la imagen de dicho Papa, rodeada Por la frase «Leo XIII PM anno X» (León XIII, Pontífice Máximo, Año Diez de Su pontificado).

En el anverso de la medalla, sobre los brazos de la Cruz, aparecen representados cometas, que, con las flores de lis, forman el escudo de armas de la Familia Pecci, a la cual pertenecía el Papa León XIII. Grabadas en el reverso estan las palabras "Pridie" (Día Primero), "Kal" (de las kalendas), "Ianuar" (de Enero) y el año "1888".

En el reverso figuran los emblemas Papales (Llaves y la tiara de San Pedro) y El lema «pro Ecclesia et Pontifice».

Desde el pontificado de León XIII hasta el de Pablo VI, la cinta de la medalla fue de color púrpura, con dos franjas en blanco-amarillo, una a la derecha y otra a la izquierda.
A partir del pontificado de Juan Pablo II los colores son sólamente amarillo y blanco.

Te Deum en De La Salle y banquete al Hno. Victorino.

Un inicio brillante y solemne como se esperaba, tuvieron ayer los actos conmemorativos de las Bodas de Plata de la Federación de la Juventud Católica Cubana, cuya primera ceremonia consistiò en un Te Deum en la Capilla del Colegio de la Salle del Vedado- cuna de la Federación – y despues de un banquete de cerca de quinientos cubiertos en honor del Reverendo Hermano Victorino, fundador de la Federación y cuyo momento culminante consistió en la entrega al querido lasallista, por el Obispo Auxiliar de La Habana, Excmo. Monseñor Alfredo Muller, de la condecoración pontificia Cruz Pro Ecclesia et Pontifice, con la cual la Santa Sede ha querido testimoniar al Hermano Victorino su reconocimiento por un cuarto de siglo de intensa actividad apostólica.


Condecoración.

El Te Deum

A las seis y quince minutos de la tarde, con la entrada en la Capilla del Nuncio de Su Santidad, Monseñor José Burzio – que lo hizo bajo palio , dio comienzo el Te Deum que congregó en la amplia y hermosa capilla lasallista a una numerosa representación federada, ocupando los sitios de honor los Excelentísimos y Reverendísimos Monseñores Enrique Pérez Serantes, Arzobispo de Santiago de Cuba; Alberto Martín Villaverde, Obispo de Matanzas; Eduardo Martínez Dalmau, Obispo de Cienfuegos y Evelio Díaz, Obispo de Pinar del Río, Reverendo Hermano Victorino, fundador de la Federación, el Provincial de los Hermanos de La Salle, M. R. Hermano Alban José; los Conciliarios Nacionales Reverendos Padres Pedro Urrutia, O. F. M.  y Julián [], O. F. M., así como los seglares señores Miguel A. Suárez Leon, presidente de la Junta Nacional de Acción Católica Cubana, doctona Martha More, presidenta de la Juventud Femenina y doctor Andrés Valdespino, presidente de la Juventud Católica.

Bello, muy bello, el aspecto del altar.

Sus blancos mármoles resaltaban sobre el rojo de los cortinajes que fueron colocados detrás del altar y cubriendo todo lo largo de las barandas laterales del piso alto de la Capilla, a cuyos lados del altar fueron colocadas gran profusión de arecas, adorno floral que se completaba con grandes ramas de gladiolos rosadas.

El Nuncio de Su Santidad Monseñor José Burzio, Arzobispo Titular de Cortina, ofició en el Te Deum, cuya parte coral estuvo a cargo de la Coral de las Juventudes de Acción Católica, bajo la dirección de Martha Fernández Morell.

Uno de los preciados [] a la obra federada, el Excelentisimo y Reverendisimo Monseñor Eduardo Martinez, Obispo de Cienfuegos, pronunció una extensa y hermosa platica antes de iniciarse el Te Deum, haciendo un examen de la gran variación habida en el mundo en los últimos veinticinco años y la adorable labor de apostolado realizado en este ultimo cuarto de siglo por la Federación de la Juventud Católica Cubana, a cuya labor se debia buena parte del auge religioso de nuestra Patria.

Tomando por base una frase del Santo Padre, que pedia una juventud iluminada, abnegada y sacrificada, Monseñor Martinez Dalmau exhortó a los federados a proseguir su obra espiritual iniciada en 1928 y a llegar hasta el sacrificio si necesario fuere.

El Obispo de Cienfuegos hizo mención al influjo beneficioso que la Juventud Católica habia representado en el auge moral de nuestra Patria.

Reverso de la condecoración.


Folleto con cantos religiosos

A todos los asistentes al Te Deum les fue obsequiando un folleto con los cantos religiosos que seran usados en el transcurso de las Bodas de Plata y que incluye la Misa de “Angelis”.  (Diario de la Marina, 1953. 02. 12: 53)

Manuel Bonet Ochoa.