martes, 12 de mayo de 2020

Primeras obras en Cuba y Puerto Rico

En febrero el H. Reticius, Asistente o Consejero general para Canadá, París y México, en una Circular a las obras lasallistas en Canadá,  solicitó  “misioneros” para otras fundaciones, sobre todo en las Antillas.
El 10 de junio salían desde el puerto del Havre en el buque “La Bretagne” rumbo a New York: los HH. Hadelin Marie, Henri Joseph, Gemel, Joseph Cassien, franceses y el canadiense Brother Rogatian. Tras ser despedidos por el Superior General. A su llegada le recibieron los HH. Imier de Jesús, futuro Superior General, Adolfo Alfredo y otros Hermanos.
En la noche del 19 de junio, tras desembarcar en New York, partieron para Montreal, Canadá, donde formaron el grupo de los Hermanos que vendrían a Cuba. En las riberas del río San Lorenzo, en Longueil se constituyó una especial academia de la lengua española, bajo la dirección de los HH. Hadelin Marie y José Casiano.
El 11 de septiembre fueron los Hermanos a presentarse ante Mons. González Estrada, quien regresaba de Santiago de Cuba. Cada uno fue presentado por su nombre y recibió la primera obediencia en tierra cubana, presentando las dos comunidades lasallistas en La Habana, finalmente H. Adolfo Alfredo así mismo como Visitador del Distrito de las Antillas.
El 14 de septiembre se abrían las puertas de las primeras obras lasallistas en Las Antillas:
v Escuela del Niño de Belén. Eran dos salones junto al Colegio de Belén dirigido por los Padres Jesuitas. La escuela gratuita será independiente de la obra jesuita aunque costeada por ellos. Como el barco en que venían los Hermanos estaba atrasado, los PP. Jesuitas comenzaron las clases en esta obra, los PP. Jorge Camarero y Tomás Bueno hasta que llegaron los Hermanos. La comunidad estaba formada por los Hermanos: Hadelin Marie, Director; M. Adrias; Sulpicio, Enrique José y Alfonso. Asistían a misa en la Iglesia de Belén. Los Hermanos vivirían en una casa alquilada en la calle Luz, próxima a la escuela.
v Colegio de Idiomas y Comercio “San Juan Bautista de La Salle” Abrirá con 4 clases y el H. Adolfo Alfredo será su primer Director. Cada clase tendrá su Hermano titular: Victorino, René Gustavo, Hioram Jean, Arsenio, Sergio y René Edmundo, mientras el resto serían profesores de especialidades: H. Quadrat Leòn, Ciencias Naturales; H. Rogatian, inglés; (también impartirá esta materia en el Seminario habanero) y el H. José Casiano enseñaba el catecismo de clase en clase, haciendo cuentos a los chiquitos. Asistían a misa en la Iglesia Parroquial de los PP. Dominicos.
Mientras en Cuba se abrían las primeras obras lasallistas al unísono, se abría una nueva en San Juan, Puerto Rico, por el Distrito de New York. En los antiguos locales del seminario contiguo al Palacio episcopal, cedidos por Mons. Blenk, obispo de San Juan, se abría el Colegio San Pablo. La comunidad estaba formada por los HH. Abdón Edgard, Director; Blimond Pierre, Sub – Director; Bernard Pierre, Prefecto, Ptolomeo Louis, Dosas Lucien, Azadez Michael, Albian y Didace Pierre. Luego se les añadieron los HH. Auxilian Félix, Paulian y Chrysogone Marie.
El 23 de octubre, el Sr. Presidente de la República, Don Tomás Estrada Palma acogió muy bien al H. Adolfo Alfredo, Visitador; y por orden del Sr. Secretario de Gobernación e interino de Instrucción Pública, Sr. Lincoln de Zayas concedía la autorización legal de las obras lasallistas cubanas.
La última jornada de octubre  llegó de Francia el H. Goslin Camilo para reemplazar en el cargo de director del Vedado al H. Adolfo Alfredo. Mientras tanto el Capítulo General decidió cambiar la jurisdicción de las obras cubanas, a la obediencia del H. Reticius, Asistente para el Canadá, París y México.

Visita del Hno. Adolfo Alfredo

Llegó el Hno. Adolfo Alfredo a La Habana el 1 de febrero de 1905, se hospedó en el Hotel Florida, entre las calles Obispo y Cuba (actual Floridita), con cartas de recomendación para distintas comunidades religiosas. En un primer momento de esta visita se encontró con el Ordinario de la diócesis para obtener la autorización para la apertura de obras lasallistas. Los primeros pasos en la isla no fueron favorables para el Hno. Adolfo Alfredo, el cual estaba a punto de marchar a Francia ante tantas dificultades presentadas, cuando se encontró con el Señor Obispo, quien le invitó  a alojarse en el Palacio Episcopal y le prometió ayudarlo, manifestando su deseo de que los Hermanos viniesen a Cuba.
- “No, mi buen Hermano, usted no puede marcharse sin dejar establecidas las fundaciones que le han encargado sus superiores. Usted vendrá a vivir aquí, que es su casa, y mi mesa será la suya, será mi huésped, mi invitado sin coste alguno. Es mi deseo que usted no se marche sin dejar instalada en mi Diócesis su congregación.”
Con las disposiciones tomadas por el Obispo, pronto se contó con un grupo de colaboradores para concretizar aquella obra cuanto antes. Podemos mencionar el gesto del P. Vicente Leza, S. J, Rector del Colegio de Belén; al Sr. Francisco Penichet, Presidente de las Conferencias de San Vicente de Paúl; y a un grupo de Antiguos Alumnos del Colegio Condal y del Colegio Bonanova de Barcelona, donde el Hno. Adolfo Alfredo había sido Director.
La intención primera del delegado del Superior General era tratar de establecer una escuela gratuita, pero de aquel encuentro surgió la posibilidad real de abrir esta obra y además, un colegio de paga sugerido por el Obispo. Para la creación de la escuela gratuita se entabló comunicación con los Padres Jesuitas que tenían un Colegio en la “Habana Vieja”. Para la apertura del colegio se pensó en el Barrio del Vedado, para mayor satisfacción del p. Paulino Álvarez, o. p. El 31 de marzo firmaba el contrato de alquiler de una casa en Línea, # 60 esquina a D, perteneciente al Sr. Guillermo García Tuñón. Monseñor Estrada González pagaría el alquiler de esta casa durante los cuatro años del alquiler: 170 pesos oro español, además de regalar otros dos mil pesos oro español para los gastos de adaptación y mobiliario
Al regresar el H. Adolfo Alfredo a Francia y dialogar con los Superiores Mayores viendo estos la posibilidad de enviar lo más pronto posible un grupo de Hermanos “Cubanos”, pues así se les nombraba en el interno de la congregación a los primeros Hermanos franceses y canadienses destinados a Cuba).

Cuba: una posible fundación

Cuba no comprendía en 1900 parte de la geografía lasallista, aunque  la posibilidad de la apertura de obras lasallistas en nuestro país se remontan a 1867, aunque no se llevó a cabo. (Cf. De La Salle. Boletín de la Asociación De La Salle, Miami, Abril – junio, 1979.)
En 1902 ingresa en el Noviciado de Béziers, Francia, el joven cubano Rafael Mestre Antúnez: H. Claudio Miguel (1883 - 1955). Oriundo de Manzanillo, Oriente hijo de padres catalanes. Será el primer Hermano cubano que profese en el Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas.
Coincidentemente el 20 de mayo de 1902 se instaura la República en Cuba, tras décadas de lucha insurreccional. Será su primer Presidente Don Tomás Estrada Palma.  
La fundación en Cuba tuvo algunos antecedentes que debemos considerar brevemente.
a) Invitación de eclesiásticos: En 1903 el P. Paulino Álvarez, o. p., párroco del nuevo barrio habanero llamado el Vedado, quien conocía la labor de los Hermanos de las Escuelas Cristianas en España, solicitó un grupo de Hermanos de las Escuelas Cristianas a quien encomendarle la labor educativa de aquel creciente núcleo poblacional.
b) Correspondencia con eclesiásticos: Los Hermanos Hilario José, Director del Colegio de Cóbreces, España, y José Casiano, profesor del mismo centro, mantiene correspondencia con algunos eclesiásticos y comunidades religiosas cubanas, que solicitaban la presencia de los servicios educativos de los Hermanos en Cuba.  


Estos elementos eran conocidos en 1905 por el H. Viventen Aimé, Asistente insistía en la posibilidad de fundar en América, con la insistencia de los PP. Dominicos del Vedado y de Mons. González Estrada, obispo de La Habana. En este contexto, el H. Gabriel María, Superior General envió al H. Adolfo Alfredo a explorar las posibilidades de fundación.

Antes de fundar

Parecía que el siglo XX iniciaba bien para los Hermanos de La Salle, pues apenas iniciaba 1900 y ya se esperaba con ansias la canonización del Fundador. Sin embargo aquella alegría era una dulce ilusión ante la realidad gubernamental francesa que amenazaba la escuela cristiana. En cualquier caso, el 24 de mayo amaneció con decenas de Hermanos lasallistas en peregrinación a la Basílica de San Pedro del Vaticano para asistir a la canonización de Juan Bautista de La Salle y Rita de Cascia, recoleta agustina.
El Diario “El Radical” de París, con fecha 20 de julio afirmaba: “es necesario que la República Francesa se deshaga de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, ahí está el peligro esencial; las otras reformas quedan subordinadas a esta”.
El 7 de julio de 1904, en Francia  se votaba y promulgaba la Ley de supresión de las congregaciones religiosas de Combes.
Tras la votación de la ley, los Hermanos de La Salle como otras congregaciones e institutos de apostolado educativo, veían imposible la realización de su labor educativa en su tierra natal. Los Superiores Mayores presentaron a los 10 651 Hermanos la posibilidad de:
ü Partir al exterior, hacia el destierro.
ü Permanecer en Francia, aparentemente “secularizados”
ü Salida voluntaria de la Congregación.
ü Los Hermanos ancianos podían permanecer en Francia.
Para los que decidieron marcharse y vivir en otras tierras su vocación de religiosos educadores los Superiores Mayores estudiaban las ofertas de fundación que se realizaban de distintos puntos del planeta.
El 10 de octubre de 1903, el Presidente de Consejo, Emilio Combes, anunciaba para fecha próxima la supresión de todas las Congregaciones religiosas docentes en Francia.
El 27 de octubre de 1904, ante la presenciad el Cardenal Merry del Val, se colocó en San Pedro del Vaticano una estatua del Santo Fundador obra del escultor romano Aureli, quien había esculpido una anterior para la Catedral de Reims. Se ubicó encima de la estatua sedente de San Pedro.
El periódico Vera Roma del 30 de octubre se refería a esta:
“...Entre estas dos encantadoras y atractivas figuras (son las estatuas de un niño y de un adolescente), se alza majestuosa la del gran Institutor de La Salle. Al joven que lo escucha, atento y dócil, le señala el cielo con la mano mientras que, con la autoridad del Maestro y la dulzura del Padre parece decir: si recorrieres el camino de la vida de conformidad con las leyes de la Doctrina cristiana, serás feliz en esta tierra y gozarás en el Cielo de eterna dicha. En suma, todo el conjunto del grandioso grupo responde perfectamente al sublime ideal que Juan Bautista de La Salle quiso realizar con la institución del os Hermanos de las Escuelas Cristianas...”

miércoles, 18 de septiembre de 2019

¡Hacemos fiesta!


Hace unos días me preguntaron por el Messenger de Facebook, relacionado con el Hno. Victorino, ¿qué sucede después del decreto de Venerable? Mi respuesta en el acto fue: ¡Hacemos fiesta!  Porque el Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres. (Sal 125, 3).
El 6 de abril de este año, el Santo Padre firmó el decreto por el cual reconoce que nuestro Hermano Victorino vivió las virtudes en grado heroico durante su vida. Quienes tuvieron la dicha de caminar a su lado cada día, recordaran al hombre callado, que a pesar de tantas dificultades sufridas hizo del Señor, la roca firme en que construyó su vida y sus obras (cfr. Mt 7, 24).
Después de introducir y clausurar su causa de beatificación en Puerto Rico, hubo que esperar para que se dieran otros muchos pasos en la Congregación de las Causas de los Santos. Finalmente, ya redactada la Positio, esta se presentó a un grupo de teólogos que finalmente, dieron su opinión sobre la vivencia de sus virtudes. Este decreto es el cierre de una etapa de trabajo perseverante y cuidadoso por parte de muchas personas.
El Hermano Victorino pertenece a la santidad lasalliana, pero también a la santidad de la Iglesia universal, porque al vestir el hábito lasallista en el lejano 28 de octubre de 1901, su vida fue cederse poco a poco a la voluntad de Dios que le iría trazando nuevos destinos en su ruta: Canadá, Cuba, Estados Unidos, Puerto Rico. Por lo cual, el decreto de Venerable alcanza a cada ex alumno o federado, a cada Hermano o comunidad lasallista que le conoció o le conocerá.
Con otras herramientas y otro contexto, el Hermano Victorino fue un hombre de hacer “lío” en la Iglesia y la sociedad. Lástima que su obra es prácticamente desconocida para muchos más jóvenes que no vivimos a su lado tantos momentos diversos.
El Venerable Hermano Victorino es un guiño joven para la Iglesia de hoy.

 Manuel Bonet Ochoa 


jueves, 11 de abril de 2019

¡El Hno. Victorino es Venerable!


Hace cincuenta años, en el viejo misal de mi bisabuela se escondían algunas estampas: entre olas la Virgencita de la Caridad del Cobre, un san José con el niño, san Antonio de Padua y un San Juan Bosco.  Claro, no faltaba san Francisco Javier, el apóstol misionero ni tampoco el arzobispo de Santiago de Cuba, san Antonio María Claret.

Hoy, el devocionario cubano, se ha enriquecido y en mis manos tengo las estampas del venerable P. Félix Varela Morales, del héroe de la caridad, el beato José Olallo Valdés,  del joven agustino José López Piteira que no quiso abandonar su comunidad para salvar su vida de las balas comunistas españolas, del ya venerable P. José Vandor Puchner, salesiano, de la sierva de Dios Ma. Francisca Yáñez, religiosa Filipense Misionera de la Enseñanza,  la venerable sor Ma. Soledad Sanjurjo Santo, religiosa Sierva de María  y últimamente, el Hno. Victorino de la Salle, hace unos días ya declarado Venerable.  


Por la isla caminaron en estos cinco siglos de evangelización y conquista numerosos santos, de algunos de ellos y ellas he hablado en otros momentos.  Mártires: Carmelitas, Vicentinos, Salesianos, Escolapias, Hermanos de La Salle, Pasionistas, Siervas de María y otros muchos. Claro, faltan muchos por mencionar, pero no quiero ignorar a los dos siervos de Dios, Mons. Eduardo Boza Masvidal, obispo auxiliar de La Habana (+ 2003), Mons. Adolfo Rodríguez Herrera (+ 2003), arzobispo de Camagüey. No quiero ignorar a Mons. Agustín Román, obispo y párroco de la Ermita de la Caridad del Cobre (+ 2012), de quien espero pronto se pueda abrir su causa de canonización.

El decreto de Venerabilidad del Hno. Victorino de la Salle, dado el 6 de abril de este año, es un momento para alegrarnos con el Señor por el don reconocido de su santidad. Una confirmación de una vida cristiana marcada por la heroicidad de las virtudes teologales, cardinales y propias de su estado.  

Por lo cual, es tiempo propicio de nuevos estudios sobre su persona, su obra catequística, su participación eclesial que no solo se reduce a la fundación de la Acción Católica Cubana, su vida religiosa como religioso Hermano de las Escuelas Cristianas.

Poder decir hoy “¡El Hno. Victorino es Venerable!” ha implicado varias décadas de difusión, estudio, compilación de documentos y testigos. Ojalá que pronto podamos verlo beatificado, pero para ello debemos rezar, confiarle nuestros problemas y los de otros para que pronto llegue el milagro que haga avanzar su causa.

miércoles, 25 de octubre de 2017

Empezamos la cuenta regresiva....


El próximo 15 de noviembre de 2018, se reunirá en la Congregación para las causas de los santos, el Congreso teológico para la discusión y análisis de la Positio super virtutibus del Hermano Victorino de La Salle, por lo cual dentro de poco empezaremos a contar de manera regresiva la añorada fecha.




¿Qué podemos hacer como ex - alumnos y federados, devotos, familia Lasallistas? Rezar.

Unirnos todos como uno solo y pedir confiadamente al Espíritu Santo que guíe las mentes de aquellos teólogos que después de analizar la Positio, opinarán sobre su vida, virtudes y fama de santidad de aquel Hermano callado que conocía a todos de nombre y rostro en el colegio y en la Acción Católica.

Acercarnos como familia a la Santa Misa y a la Confesión. 

Confiemos a María de la Caridad de Cobre el Congreso Teológico como un momento de nuestra historia patria.

Vivamos este momento en un clima de oración y esperanza, pues sólo podemos rezar y esperar.

Manuel Bonet Ochoa.

viernes, 16 de junio de 2017

Hno Victorino: su corazón mariano

Hablar de la presencia de María, Madre de Jesús en la vida del Hno. Victorino de la Salle es ubicarlo en la estela mariana de doctrina, prácticas y devociones propias que dejo el Sr. de La Salle a los Hermanos de las Escuelas Cristianas.

Nuestra Señora de Lourdes, en Francia.

El culto a Nuestra Señora de Lourdes hizo en su corazón un altar en el que depositó los rostros familiares, la salida de Francia, el destierro en el gélido Canadá, la llegada a Cuba.  

Más tarde, el contacto en Cuba con los chicos y la Virgencita de la Caridad del Cobre mostró su lado más íntimo y apostólico: la incomparable lista de alumnos y conocidos, de padres de familias, de sacerdotes. Por en su corazón brillaron por siempre dos nombres: Lourdes y Caridad.

Lourdes fue testigo de sus correrías apostólicas en pos de la fundación de la Juventud Católica, la Federación, los exvotos a sus pies.


Nuestra Señora de la Caridad del Cobre.

A la Caridad le encomendará más tarde los Grupos de Matrimonios que en tierra cubana nacieron y conocieron el duro exilio, maltrechos y desarrapados, bajo la dictadura castrista por otras tierras. En su exilio, muchas llevarían con los recuerdos alguna medallita al cuello, de la flor más hermosa de los campos cubanos. En su corazón, el Hno. Victorino portará una estampita con una plegaria de sueño y esperanza.

Amada Virgen de la Caridad,
Madre de los cubanos:
Yo te veo llorar por cuanto sufren
y han sufrido tus hijos.
Madre querida, la prueba es dura y larga…
Basta ya de penas, de lágrimas, de separaciones.
Ten compasión de tu pueblo que tanto te quiere.
Oye nuestras súplicas…
Aplasta pronto la cabeza de la serpiente roja
que atormenta la Patria,

y te prometemos hacerla mejor y más cristiana.


Manuel Bonet Ochoa 

martes, 23 de mayo de 2017

A cualquier hora del 1o de Noviembre

 Así se tituló la entrada que le dedicó Jorge López Teulón en su blog (http://www.religionenlibertad.com/cualquier-hora-del-noviembre-carcel-san-anton-18604.htm), al hablar del martirio del joven agustino nacido en Cuba, fray José López Piteira.

Era el día de Todos los Santos, y a los santos del cielo, se unieron por el martirio, una cincuentena de frailes agustinos que se ganaron la palma del martirio, víctimas del comunismo en España.


Fray José López Piteira si bien nació en Cuba, sus padres eran inmigrantes gallegos que dejaron su Galicia natal para probar fortuna en alguna de las colonias españolas en ultramar. El 2 de febrero de 1912 nació José, en Jatibonico, actual provincia de Ciego de Ávila. 

Su padre, D. Emilio López Vilelo contrajo matrimonio con Doña Lucinda Piteira Romero, ambos naturales de Dacón, Maside, Galicia.  El 19 de julio de 1904, la Providencia les bendice con la primogénita, a quien le pondrán el nombre de Rosa. Casi un año más tarde, nace Francisco, el 16 de diciembre de 1905.

Entre 1906 y 1907 el matrimonio emprende viaje hacia Cuba, dejando a los pequeños al cuidado de los abuelos. En la mayor de las Antillas nacerán  Ma. del Pilar, el 21 de octubre de 1908, en Santiago de Cuba. Más tarde, ya establecidos en Jatibonico, nace Ma. de la Purificación el 9 de agosto de 1910; nuestro José el 2 de febrero de 1912. Vueltos a la Galicia natal, naceran Agustín (1918), Inocencio (1921), Julia (1924), José Benito (1926) y Ma. de la Caridad (1930).

Quien diría que este chiquillo nacido en Cuba, llegaría un día a la balconada de San Pedro del Vaticano. 
Manuel Bonet Ochoa

José Olallo Valdés el rostro de la misericordia

Hace algún tiempo he querido escribir sobre nuestro querido Beato fray José Olallo Valdés, el rostro de la misericordia en la Cuba del siglo XIX y "un campeón de la caridad cristiana" (José Saraiva Martins, Homilía de la Beatificación, Plaza de la Caridad, Camagüey, 29 de noviembre de 2008), sin embargo el tiempo sigue siendo una dificultad.

Cuba recordemos que no tenía ningún Beato propio, muchos habían laborado en nuestras tierras. Nombres y mujeres del evangelio. No se desconocía la obra del Venerable  Félix Varela y Morales Sin embargo, no fue hasta el 28 de octubre de 2008 que en la beatificación de los numerosos mártires españoles en la Plaza de San Pedro del Vaticano, se escuchó el nombre del joven agustino, fray José López Piteira, nacido en Jatibonico (1912 - 1936).



Un año después, el 29 de noviembre, le tocó el turno de verle en los altares al ya conocido fray José Olallo Valdés, el Padre de los Pobres.  El Superior General de los Hospitalarios de San Juan de Dios, Hermano Donatus Forkan, previa a la celebración recordaba, "esta beatificación es para nosotros otro punto fuerte de la historia de la hospitalidad, que ha perdurado a lo largo del tiempo y que sigue siendo válida, hoy más que nunca".  

Después, le ha tocado el turno a fray Jaime Oscar Valdes (La Habana,1891 - Playa de la Malvarosa, España, 1936), quien el 13 de octubre de 2013 fue reconocido como mártir y testigo de Cristo en el Complejo Educativo de Tarragona.


Manuel Bonet Ochoa




martes, 4 de abril de 2017

El Hno. Victorino sigue haciendo lio

       Hace como dos meses no escribo en este espacio, no por falta de tema, que se sobran para dar a conocer a esos numerosos testigos que cruzaron de un extremo a otro a nuestra Cuba, sino porque últimamente he estado muy ocupado en el trabajo.

       En el pasado 2016, diferentes medios de comunicación cubrieron la presentación de la Positio super virtutibus del estimado Hno. Victorino de La Salle, en Miamo y San Juan de Puerto Rico.

          El Hno. Victorino sigue haciendo lío, ahora en la Santa Sede.


Con el No. 2279 se identifica el proceso de canonización del Hno. Nymphas Victorin Arnaud Pagés (1885 - 1966), en la Congregación para las Causas de los Santos, en Roma. 
Después del 16 de abril del 2016, una nueva pagina se escribió en el Iter de su causa, con la presentación de la Positio - un extenso compendio de su obra y sus virtudes - como muchos conocemos.
        El próximo 18 de noviembre del 2018, se hará el congreso para el estudio sobre la Positio de nuestro Vitico.

         Apropiándome de una frase de Teresita Soneira, "el Hermano Victorino... que es un Hermano de los buenos" puede que pronto se le dé el título de Venenrable. ¿En qué podemos ayudar? Sigamos rezando para el Espíritu ilumine a los teólogos y Cardenales que intervendrán en este momento histórico y sancionen su causa de manera positiva.

       Así que echémosle ganas y pongámonos a rezar.
El Hno. Rodolfo Meoli, Postulador general de los FSC presenta la Positio en Miami.

martes, 10 de enero de 2017

Un futuro cardenal del siglo XIX, en la historia de Cuba


En Quintana del Pidio, provincia de Burgos nací un 18 de junio de 1833. Hijo de Ambrosio Sancha y Baltasara Hervás.  Ante una muerte pronta, un vecino del pueblo con el “agua del socorro”, le robó al párroco el privilegio del bautismo.
Mi herencia fueron los callos en las manos de mis padres pues siempre fuimos campesinos pobres sin hacienda ni propiedades.
Beato Ciriaco María Sancha y Hervás.
Tapiz de la beatificación.
Algo descubrió mi padre en mi que me permitió tomar clases de latín y de gramática, lo que me permitió con la ayuda del párroco ingresar en el Seminario de Santo Domingo de Guzmán en Burgo de Osma (Soria). Por mis resultados y mis actitudes obtuve una beca que me permitió ampliar los estudios sacerdotales. El 27 de febrero de 1858 fui ordenado sacerdote.  Aún recuerdo las palabras del celebrante y el óleo oloroso en mis manos, lo rápido que se agita el corazón cuando las manos de los presbítero se imponían en mi cabeza, junto a una gran certeza: “portas un tesoro en una vasija de barro”.
En septiembre de 1861 obtuve el título de licenciado en teología en el Seminario Pontificio de Salamanca y al año siguiente dejé España, y partí como Secretario de Mons. Primo Calvo Lópe, nuevo Arzobispo Santiago de Cuba.

Anillo y pectoral del Beato Ciriaco María Sancha.
http://www.architoledo.org/centenario_sancha_blanco/exhumacion_sancha/slides/006.html 
En 1868 en Cuba estalla la Guerra del 68: los criollos buscaban independizarse del gobierno español. El caos, la proliferación de enfermedades tropicales, la falta de alimentos y el aumento de heridos de ambos bandos, me impulsó a buscar una respuesta a aquel contexto de misericordia. Dios que va escribiendo derecho en renglones torcidos, me permitió conocer a través de la reconciliación y la dirección espiritual a un grupo de señoritas que se convirtieron en la semilla de las Hermanas de los pobres inválidos y niños pobres, hoy Hermanas de la caridad del Cardenal Sancha.
En este período fui nombrado Vicario capitular sede plena, y viví el cisma de la Iglesia de Santiago de Cuba cuando el gobierno español nombró Arzobispo a un sacerdote sin contar con la Santa Sede. Aquella situación me condujo a la cárcel y al destierro entre octubre de 1872 y abril de 1874. Al concluir el cisma, continué con mi labor pastoral. De aquellos años fueron los primeros tramites para lograr la unión de mis Hermanas de la caridad a las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, por lo cual estas se vieron en la necesidad de trasladarse a la isla de Cuba y así, providencialmente, empezó su expansión misionera en Hispanoamérica.
El 7 de julio de 1875 recibí el anuncio de haber sido presentado para obispo auxiliar de Toledo con sede en Madrid, y ese mismo día contesté con un gran fiat a la voluntad de Dios. Finalmente el 12 de marzo de 1876 recibí la consagración episcopal de manos del cardenal de Toledo, asistido por los Obispos de Ávila y Pamplona.  Desde aquel día, añadí a mi nombre de pila, el nombre de María, como expresión de mi afecto y devoción.

Solideo del Beato Ciriaco María Sancha.
http://www.architoledo.org/centenario_sancha_blanco/exhumacion_sancha/slides/006.html

Durante este período mi labor pastoral aumento al confiárseme la animación pastoral de la vida religiosa de la arquidiócesis de Toledo, teniendo encuentros con las diferentes y numerosas comunidades religiosas. Así conocí a santa Vicenta María López y Vicuña que ponía las bases para la fundación de las religiosas de María Inmaculada con un amplio apostolado entre las sirvientas y personal de servicio doméstico.
En 1882 fui nombrado obispo de Ávila, mostrando mi mayor preocupación en los sacerdotes y las vocaciones sacerdotales, principalmente de aquellos jóvenes pobres que deseaban ser sacerdotes un día. Ellos deben ser la intención más cercana al corazón de todo  obispo, porque la primera es el deseo de estar con Jesús sacramentado.
Preconizado como obispo de Santiago de Compostela, la mano providente de Dios se manifestó de tal manera que fui nombrado obispo de Madrid – Alcalá. Confiado en María Santísima, el 8 de diciembre de 1886 entré en mi nueva diócesis. En 1892 pasé a la archidiócesis de Valencia y dos años más tarde, fui promovido a cardenal con el título de San Pedro “in Montorio” por mis perseverantes trabajos apostólicos en Cuba, Ávila, Madrid y Valencia, pero lo que la bula no decía es que mi trabajo episcopal tenía sus cimientos entre los pobres con quienes compartía fe y vida.

El 25 de febrero de 1909 el Señor me llamó a su lado, pobre, pobre, el cardenal de Valencia.
Urna - relicario del Beato, en la Capilla de San Pedro, Catedral de Toledo.
Fotografía David Garrido en www. preguntasantoral.es
Manuel Bonet Ochoa

sábado, 22 de octubre de 2016

Hno. Victorino de la Salle: Pro Ecclesia et Pontifice (II)

Termino con esta entrada con algunos datos curiosos sobre el momento en que Mons. Pérez Serantes, Arzobispo de Santiago de Cuba le colocó la condecoración pontificia Pro ecclesia et Pontifice. Son algunos artículos de periódicos de la época. 

Condecoración

Al final del banquete y despues de haber usado de la palabra el Sr Pbro Andrés Valdespino, ofreciendo el homenaje en setidas y bellas frases y la doctora Josefina Zaragoza, el Obispo Auxiliar de La Habana Monseñor Alfredo Muller impuso en medio de una cálida ovación al Hermano Victorino y en representación de Su Eminencia el Cardenal Manuel Arteaga la Cruz Pro Ecclesia Et Pontifice concedida la semana anterior por el Santo Padre.
Como no hubo tiempo de traer de Roma la condecoración referida, le fue impuesta anoche la Cruz que es propiedad del doctor Julio Morales Gómez, ex presidente de la Federación.
En emocionadas palabras el Hermano Victorino dio las gracias por el honor referido y por el homenaje que se le rendia, usando de la palabra al momento en que se redactan estas lineas, con la premura del cierre.
 (Diario de la Marina, 1953. 02. 12: 53)

Dos días después se publicó la foto que inmortalizó el momento en que el Arzobispo de Santiago de Cuba Excmo. y Rvdmo. Monseñor Enrique Pérez Serantes, en los momentos en que imponia al Reverendo Hermano Victorino, noches pasadas, la Cruz Pro Ecclesia et Pontifice, durante el banquete dado en su honor con motivo de las Bodas de Plata de la Juventud Católica Cubana.  (Diario de la Marina, 1953. 02. 14: 8).

La medalla se perdió tras la salida de los Hermanos de Cuba en 1961. Probablemente nunca recuperaremos esta reliquia de aquellas calendas.
Manuel Bonet Ochoa




jueves, 20 de octubre de 2016

Hermano Victorino de la Salle: Pro ecclesia et Pontifice. (I)

Con esta entrada cierro el ciclo de las condecoraciones que recibió el Hno. Victorino de La Salle. La edición del periódico no es buena, así que por más que intente completar los datos no pude, así que publicaré lo más importante de la nota.  Hoy publico una parte de la misma. 

La Medalla Pro Ecclesia et Pontifice ("Cruz de Honor"), es una condecoración papal institucionalizada por León XIII el 17 de julio de 1888, en la celebración de sus cincuenta años de ordenación sacerdotal y es conferida como premio a la fidelidad a la Iglesia y el servicio distinguido a la Comunidad eclesial por parte de Clérigos y Laicos.

Consiste en una cruz octogonal con la flor de lis en los cuatro cantones de la misma y con la imagen de dicho Papa, rodeada Por la frase «Leo XIII PM anno X» (León XIII, Pontífice Máximo, Año Diez de Su pontificado).

En el anverso de la medalla, sobre los brazos de la Cruz, aparecen representados cometas, que, con las flores de lis, forman el escudo de armas de la Familia Pecci, a la cual pertenecía el Papa León XIII. Grabadas en el reverso estan las palabras "Pridie" (Día Primero), "Kal" (de las kalendas), "Ianuar" (de Enero) y el año "1888".

En el reverso figuran los emblemas Papales (Llaves y la tiara de San Pedro) y El lema «pro Ecclesia et Pontifice».

Desde el pontificado de León XIII hasta el de Pablo VI, la cinta de la medalla fue de color púrpura, con dos franjas en blanco-amarillo, una a la derecha y otra a la izquierda.
A partir del pontificado de Juan Pablo II los colores son sólamente amarillo y blanco.

Te Deum en De La Salle y banquete al Hno. Victorino.

Un inicio brillante y solemne como se esperaba, tuvieron ayer los actos conmemorativos de las Bodas de Plata de la Federación de la Juventud Católica Cubana, cuya primera ceremonia consistiò en un Te Deum en la Capilla del Colegio de la Salle del Vedado- cuna de la Federación – y despues de un banquete de cerca de quinientos cubiertos en honor del Reverendo Hermano Victorino, fundador de la Federación y cuyo momento culminante consistió en la entrega al querido lasallista, por el Obispo Auxiliar de La Habana, Excmo. Monseñor Alfredo Muller, de la condecoración pontificia Cruz Pro Ecclesia et Pontifice, con la cual la Santa Sede ha querido testimoniar al Hermano Victorino su reconocimiento por un cuarto de siglo de intensa actividad apostólica.


Condecoración.

El Te Deum

A las seis y quince minutos de la tarde, con la entrada en la Capilla del Nuncio de Su Santidad, Monseñor José Burzio – que lo hizo bajo palio , dio comienzo el Te Deum que congregó en la amplia y hermosa capilla lasallista a una numerosa representación federada, ocupando los sitios de honor los Excelentísimos y Reverendísimos Monseñores Enrique Pérez Serantes, Arzobispo de Santiago de Cuba; Alberto Martín Villaverde, Obispo de Matanzas; Eduardo Martínez Dalmau, Obispo de Cienfuegos y Evelio Díaz, Obispo de Pinar del Río, Reverendo Hermano Victorino, fundador de la Federación, el Provincial de los Hermanos de La Salle, M. R. Hermano Alban José; los Conciliarios Nacionales Reverendos Padres Pedro Urrutia, O. F. M.  y Julián [], O. F. M., así como los seglares señores Miguel A. Suárez Leon, presidente de la Junta Nacional de Acción Católica Cubana, doctona Martha More, presidenta de la Juventud Femenina y doctor Andrés Valdespino, presidente de la Juventud Católica.

Bello, muy bello, el aspecto del altar.

Sus blancos mármoles resaltaban sobre el rojo de los cortinajes que fueron colocados detrás del altar y cubriendo todo lo largo de las barandas laterales del piso alto de la Capilla, a cuyos lados del altar fueron colocadas gran profusión de arecas, adorno floral que se completaba con grandes ramas de gladiolos rosadas.

El Nuncio de Su Santidad Monseñor José Burzio, Arzobispo Titular de Cortina, ofició en el Te Deum, cuya parte coral estuvo a cargo de la Coral de las Juventudes de Acción Católica, bajo la dirección de Martha Fernández Morell.

Uno de los preciados [] a la obra federada, el Excelentisimo y Reverendisimo Monseñor Eduardo Martinez, Obispo de Cienfuegos, pronunció una extensa y hermosa platica antes de iniciarse el Te Deum, haciendo un examen de la gran variación habida en el mundo en los últimos veinticinco años y la adorable labor de apostolado realizado en este ultimo cuarto de siglo por la Federación de la Juventud Católica Cubana, a cuya labor se debia buena parte del auge religioso de nuestra Patria.

Tomando por base una frase del Santo Padre, que pedia una juventud iluminada, abnegada y sacrificada, Monseñor Martinez Dalmau exhortó a los federados a proseguir su obra espiritual iniciada en 1928 y a llegar hasta el sacrificio si necesario fuere.

El Obispo de Cienfuegos hizo mención al influjo beneficioso que la Juventud Católica habia representado en el auge moral de nuestra Patria.

Reverso de la condecoración.


Folleto con cantos religiosos

A todos los asistentes al Te Deum les fue obsequiando un folleto con los cantos religiosos que seran usados en el transcurso de las Bodas de Plata y que incluye la Misa de “Angelis”.  (Diario de la Marina, 1953. 02. 12: 53)

Manuel Bonet Ochoa.

jueves, 6 de octubre de 2016

Hno. Victorino: linea cronológica de su vida y obra lasallista

Hace mucho tiempo, publiqué alguna entrada sobre su infancia y adolescencia a través de una línea del tiempo o línea cronológica, que nos permite dar una vista rápida y ágil a los momentos más importantes de su vida y obra lasallista. Ahora publicó a través de ese recurso, su vida, los hechos más importantes desde 1875 a 1966.


Manuel Bonet

miércoles, 20 de abril de 2016

Las escuelas de las Siervas de María en Cuba (1900 - 1917)

Con esta segunda entrada sobre las escuelas de las Siervas de María en Cuba termino este interesante tema que es parte de la educación católica de nuestro país.

En torno a 1913 el Gobierno General de las Siervas de María tras una larga revisión de sus Constituciones, abandonaron aquellas obras apostólicas que no correspondían al carisma recibido por el Espíritu Santo a su fundadora: la asistencia de enfermos a domicilios, por lo cual abandonaron de una vez los colegios.

Santa Maria Soledad Torres Acosta
fundadora de las Siervas de María Ministras de los Enfermos


  • Colegio de la Purísima en Manzanillo.


Tras la Guerra del 95 y durante la dominación norteamericana de la Isla, se vio la necesidad pronta de abrir escuelas, cambiando los fusiles y machetes por cuadernos y lápices. El Padre Acevedo quiso dar a Manzanillo un colegio católico. Para ello pidió a las Siervas que rigiesen aquella obra que apenas empezaba a esbozarse. Un colegio católico en la ciudad contrarrestaba las numerosas escuelas laicas y protestantes que se establecieron en todo el país.

La inauguración del Colegio de la Purísima Concepción tuvo lugar en el mes de agosto de 1901. Según los Apuntes historiales el reglamento a seguir constaba de 12 artículos, y estaba fechado el 8 de agosto de 1901, así como firmado por la Superiora Sor Coralina Zabalza, siendo la  Directora del Colegio con título de Maestra Superior, Sor Mercedes Vaamonde[1].

El Colegio de La Purísima Concepción,  ubicado al lado de la iglesia y fundado en 1901 por las religiosas de las Siervas de María, bajo cuya dirección estuvo hasta 1917 y luego pasó a ser dirigido por la Srta. Caridad Soto Figueredo[2].


[1] Apuntes., pág. 687.
[2] http://librinsula.bnjm.cu/secciones/268/expedientes/268_exped_1.html

  • Colegio de Cienfuegos


Debido a la deuda contraída con el obispado de La Habana para la construcción del convento de la ciudad de Cienfuegos, y tras la grave situación económica que vivieron durante la guerra del 95, la comunidad se vio en la necesidad de abrir un colegio para poder pagar las deudas que le aquejaban. Este colegio tuvo una corta duración.


Fachada del Colegio - Asilo de San José de Cárdenas.

  • Colegio – Asilo San José de Cárdenas


Probablemente después de la salida del Colegio Llaca, las Siervas en Cárdenas aceptan la dirección del Colegio – Asilo San José, obra de la cual no tenemos muchos detalles.  Según Teresa Fernández Soneira lo describe de este modo:

En la ciudad de Cárdenas faltaba un colegio para la infancia pobre y desvalida. Poco a poco surgió uno de la nada gracias a la generosidad y esfuerzo de algunas señoras católicas. Propiamente era un internado para huérfanas o hijas de familia de instrucción deficiente o nula, que permanecían en el colegio hasta muy entrada la adolescencia, así como niños hasta la edad de diez años, en condiciones análogas.

El centro no tenía bienes fundacionales que aseguraran su subsistencia, pero los católicos de Cárdenas lo miraban con inmensa simpatía y contribuían a que  no faltara a sus niños el “pan nuestro de cada día”. [1]

El P. Angel Abad, c.m.f., en su obra “Historia de las parroquias de Cárdenas y Varadero”  explica el origen de esta obra de la siguiente manera:

El barrio de Mijala comenzó a animarse con los grupos de niños y niñas que pedían caritativo albergue en aquel palacio de la infancia colocado bajo los maternales cuidados de las Siervas de María. Pero no siendo la misión de estas monjitas los asilos sino más bien los enfermos a domicilio fueron sustituidas el 9 de abril de 1918 por las hermanas de la Caridad del Sdo. Corazón de Jesús.

Doña Eugenia Segrera de Sardiña junto a otras señoras de las Conferencias de San Vicente, en 1906 dieron inicio al Colegio – Asilo de San José.  A las Siervas de María se les pidió que regentaran dicha obra, las cuales aceptaron prontamente. Un año más tarde, abría sus puertas tal importante obre de caridad. En la portería del edificio se podía leer una tarja con la siguiente nota:

"Al entrar en este sagrado recinto bendiciréis la Divina Providencia y la imperecedera memoria de la distinguida dama cardenense Sra. Da. Eugenia Segrera de Sardiña que arrostrando trabajos y dificilísimas dificultades, con la ayuda de la Conferencia de S. Vicente de Paul, con fondos propios y muy señalados de este pueblo de Cárdenas edificó y fundó este Asilo Católico para niños huérfanos, blanco único de su caridad cristiana, bajo la dirección de las Religiosas Siervas de María. Cárdenas, 16 de enero de 1907."

Manuel Bonet


[1] Cuba. La educación católica …, pág. 333.