martes, 4 de noviembre de 2014

Hermano Victorino: Novicio

El Noviciado según la actual Regla de los Hermanos de las Escuelas Cristianas es  “la experiencia privilegiada de iniciación a la vida religiosa del Hermano” (Cfr. Art. 90), en el cual debe darse un encuentro personal con Cristo a través de la oración, el silencio, la vida fraterna y comunitaria.

A la mañana siguiente de la toma de hábito, la vida diaria tomaba un nuevo sabor para aquellos dieciséis novicios: revestir la sotana que habían usado tantos Hermanos, algunos mártires como el H. Salomón Leclerc, secretario general (1745 – 1792) o los mártires Lasallistas de los Pontones de Rochefort: HH. Rogelio, Uldarico y León.  Se sentían a gusto poniéndose la corteza, ahora necesitaban ser troncos firmes.

B. Hno. Salomón Leclerc.
 Se estudia un milagro en tierra venezolana que podría llevarle a los altares. 

Primero el contacto con el Fundador: Guibert, menos copiosa o Blain, más ejemplarizante. Eran las biografías que se tenían a la mano. La Colección de varios trataditos, probablemente la primera Regla de los Hermanos. Aprender de memoria algunos puntos: el espíritu del Instituto, el método de oración, los temas de conversación de los Hermanos. Además, el uso de las Meditaciones para todo el año de noviciado, sin notas marginales, sin citas bíblicas señaladas, tal y como las habían usado generaciones de Hermanos que oraban con ellas.

En la mañana de la Navidad, podrían saborear aquellas palabras del Señor de La Salle que les recordaba: “Somos pobres Hermanos, olvidados y poco considerados por la gente del mundo. Sólo los pobres vienen a buscarnos, y no tienen nada que ofrecernos más que sus corazones, dispuestos a recibir nuestras instrucciones” (MF. 86, 2,2)

Renovar su deseo de consagración, en la fiesta de la Presentación del Señor: “Vosotros os ofrecisteis a Dios cuando dejasteis el mundo. ¿No retuvisteis entonces nada de vosotros mismos? ¿Os habéis entregado por entero a Él? ¿No habéis revocado la ofrenda que entonces hicisteis a Dios? No debéis contentaros con haberos ofrecido a Él una vez. Tenéis que renovar esta ofrenda cada día y consagrarle todas vuestras acciones, no haciéndolas sino  por él” (Cfr. MF 104, 2, 2).

La lectura diaria del Evangelio, principal regla del Hermano así como la Imitación de Cristo. Además de la Regla escrita por La Salle en 1718, y probablemente recién impresa que en 1901, se había vuelto a imprimir con el sello de la Casa Madre en París. Aprender sus numerosos detalles, para ser un buen religioso. Una regla “puntillosa” decía en mis años de formación un Hermano español, pero que ha dado numerosos Hermanos santos, vean ahí al Hno. Benildo Romancon, modelo de Hermano y de Hermano Director.

Santo Hno. Benildo Romancon.
Modelo del Hermano Director, promotor incansable de vocaciones.
En fin, el noviciado era crecer, estirar los brazos para tocar el infinito, para “consagraros por completo a la Santísima Trinidad, para contribuir, en la medida que pudieran, a extender su gloria por toda la tierra. A este respecto, en el noviciado se debían penetrarse del espíritu de vuestro Instituto, y animarse del celo con que Dios quiere que estéis henchidos, llenos, para comunicar a los niños el conocimiento de este sagrado misterio” (Cfr. MD).

Para octubre de 1902, el trabajo debería estar hecho, el novicio había luchado por ser un hombre interior según el modelo de san Juan Bautista de La Salle y podía unirse a través de los votos religiosos de obediencia, castidad, pobreza, estabilidad en la sociedad para el servicio educativo al cuerpo del Instituto.


San Juan Bautista de La Salle.
Imagen que preside el retablo de la Iglesia de la Casa General, Roma. 


Lo que nadie podía prever era que el Hermano Nymphas Victorin no podía emitir sus primeros votos porque no contaba con la edad canónica, habría que esperar un poco más. El H. Exupérien le envío una obediencia, no iría al Escolasticado por su excelente preparación lograda antes del noviciado, sino al Pensionado de Nuestra Señora de Francia, pero eso es capítulo aparte.  
Manuel Bonet

No hay comentarios:

Publicar un comentario