miércoles, 1 de octubre de 2014

Las raíces de un hombre

¿Cómo entender a un hombre si no se conoce el horizonte de su mirada? ¿Cómo adentrarse en el corazón de un hombre si no se ha visto el paisaje que albergaron sus ojos? ¿Cómo descubrir sus raíces sin entender el entorno, el contexto social, su cultura?

El Hno. Victorino nació en un pueblito llamado Orzillon, perteneciente a la diócesis de Le Puy, en el sur francés. Cerca de su pueblo, el río Loire corre en medio de un paisaje agreste y hermoseado de vegetación, es el Haute - Loire. 

La diócesis de Le Puy - en  - Velay guarda como tesoro precioso, las primeras huellas del camino francés a Santiago de Compostela. Conocido con el nombre Vía Podiense, Podense o Podenses recorre varios miles de kilómetros antes de prolongarse en Roncesvalles y de allí dirigirse en tierra española hacia Compostela. El primer peregrino fue el obispo Gotescalco, obispo de Le Puy  - en - Velay, quien acompañado de un numeroso séquito, emprendió el camino hacia la tumba del apóstol encomendándose antes a Notre Dame du Puy.



Pocos detalles se tienen del itinerario recorrido, sin embargo esta primera peregrinación está autentificada por los escritos de Gomesano, monje del convento español de San Martín de Albelda, cerca de Logroño: "El Obispo Gotescalco, animado de de una manifiesta devoción, ha dejado su país de Aquitania, acompañado de un gran cortejo, dirigiendose hacia la extremidad de Galicia para tocar a la misericordia divina implorando humildemente la protección del Apóstol Santiago". La veracidad de su testimonio literario queda asegurado con la presencia de unos datos que el amanuense incorporaba al finalizar su trabajo: nombre, edad y la fecha de su redacción. En la manuscrito De Virginitate hecho para Gotescalco, en 951, monje de Albelda, dice: "El muy santo obispo Gotescalco se llevó este libro de Hispania a Aquitaine durante el invierno, en los primeros días de enero...

Otro hecho histórico relacionado con el camino de Santiago y la región donde se ubican los primeros años del Hno. Victorino, es la preciosa imagen de Nuestra Señora de Francia. El 8 de septiembre de 1855, el General Pélissier venció durante la guerra de Crimea en la batalla de Sebastopol al ejército imperial ruso, arrebatándole como botín de guerra, nada menos que 213 cañones de bronce. Aconsejado por  el obispo Mons. de Morlhon, solicita al emperador Napoleón estos cañones para construir una imagen de María Santísima que la diócesis de Le Puy deseaba dedicarle a Nuestra Señora de Francia. 
        


Modelada la preciosa imagen por Jean - Marie Bonnassieux (1810 - 1892) sobre el monte Cornelio  fue realizada con el bronce de algunos de aquellos cañones e inaugurada el 12 de septiembre de 1860 ante 120 000 peregrinos. 

La mirada de María que sostiene en sus brazos a su Hijo, aún permanece allí, en medio de cierta indiferencia religiosa, pero es un signo de aquella nación que la primera en abrazar el mensaje de Cristo Resucitado.

Dos años antes, entre el 11 de febrero y el 16 de julio de 1858, Bernadette Soubirous dialoga con la Santísima Virgen María  en una gruta del paraje de Massabielle, expresándole en la expresión "Soy la Inmaculada Concepción" el reconocimiento a la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción por el beato Pío IX.   Un poco más tarde el mismo papa convoca el Concilio Vaticano I (1869 - 1870) que en medio de gritos y amenazas define la infalibilidad papal ex - cathedra. 

Pío IX declara el dogma de la Inmaculada Concepción.  

León XIII intentará acercar la Iglesia hasta el corazón de los obreros y con la encíclica Rerum novarum tratará de llegar a las nuevas expresiones sociales, pero antes se ha tenido que enfrentar a la kulturkamp, impulsando el servicio diplomático papal en Francia, Alemania, España, Reino Unido, México y Rusia. 

En medio de tantos acontecimientos que sacudieron el mundo y sus expresiones políticas, nacerá un niño el 7 de septiembre de 1885 cuyo nacimiento no quedará desapercibido: Augustin Arnaud, más conocido como Hermano Victorino.       

Así termino esta entrada sobre el entorno eclseial que vio nacer al Hno. Victorino, espero haber enriquecido al fiel lector con detalles que muestran la diversidad de facetas que ilustran su figura.  

Manuel Bonet.


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