martes, 14 de abril de 2015

Nobleza Pontificia en Cuba

Entre los muchos recortes de periódico que conservo en mi archivo, he rescatado hoy un viejo artículo que da pie a mi entrada de hoy. Durante el gobierno cardenalicio de Mons. Arteaga y Betancourt, se da inicio a la presencia de la Orden del Santo Sepulcro de Jerusalén en Cuba y recordaba que en alguna conversación con el P. Troadio, mencionaba la presencia de la "corte del Cardenal" cuando este concedía audiencia en el antiguo palacio cardenalicio. No sé si a estas Damas y Caballeros se refería o si estos son los vestuarios de entonces, pero no deja de ser un episodio interesante de nuestra historia. 

En cualquier caso, el Cardenal Arteaga, muy amigo del Arzobispo Luis María Martínez, presidió el nuevo consejo de Lugartenencia, celebrado  en la Basílica de Santa María de Guadalupe que dio inicio a la intendencia de Nueva Galicia. 

Hacia 1959, el Capítulo de Cuba había aumentado el número de sus miembros como veremos en otro momento.


Orden del Santo Sepulcro

Nobleza Pontificia

El próximo domingo de Pasión día 14, en la Iglesia de la Merced hoy Catedral Provisional, mientras duren las obras de reparación de la catedral -  a las nueve de la mañana, tendrá lugar la ceremonia de armar caballeros del Santo Sepulcro a investir como damas de la misma Orden, a un grupo de conocidas personas de nuestra sociedad.

Esta Orden Noble fue creada por Godofredo de Bouvillón, y a ella se ingresa (Mere Nobillum), después de un minucioso expediente iniciado en el obispado correspondiente, revisado por el Patriarca Latino de Jerusalén y aprobado, en definitiva, por el Cardenal Protector de la Orden. Es algo parecido a las antiguas Ordenes Militares de Calatrava, Montero, Alcántara, Malta, etc.



Después de celebrada la Misa del Espíritu Santo, el cardenal Arteaga armará a los Caballeros, tomándoles juramento, colocándoles la espuela, dándoles el espaldarazo e imponiéndoles  últimamente la Capa de la Orden. A las Damas solamente – después del juramento – se les impone la insignia correspondiente.

Nuestro Arzobispo será asistido en ese acto, por el Excmo. señor doctor Julio Morales Coello, recientemente nombrado por la Santa Sede presidente del Capítulo de Cuba, donde sustittuye al Conde de Rivero y también por el Prior del Capítulo, monseñor Arcadio Marinas.

Los Antiguos Caballeros de esta Noble Orden en Cuba, son el ya mencionado Doctor Morales Coello, el márques de Tiedra, el Conde del Castillo, los doctores Carlos de Armenteros y de Cárdenas, Alberto de Carricarte, Gabriel Amenábar, y Julio Forcade y Jorrín; y como Dama únicamente la Excma. Señora Marquesa de Tiedra.


El próximo domingo serán condecoradas como Damas, la señora Lily Hidalgo de Confill y Paula Goecochea de del Valle.

Y como Caballeros, los doctores Estanislao del Valle, Valentín Arenas y los señores don Juan Galata, Frank Steinhart, Joaquín Fernández Perujo y Lorenzo Estévez.

Para este acto se han distribuido invitaciones, firmadas por su Eminencia el Cardenal doctor Arteaga y Betancourt, entre los círculos oficiales, diplomáticos y sociales.

Diario de la Marina, 13/ 03/ 1948: 10.

domingo, 12 de abril de 2015

Fundación de los Paulinos en Cuba 1953

El 20 de agosto de 2014, la Familia Paulina celebraba sus 100 años de fundación desde suelo cubano. El lugar escogido era la Parroquia de la Caridad en Ciudad de La Habana. 

Los Paulinos se habían establecido en 1953, en ese mismo año el Beato Santiago Alberione dejaba a dos sacerdotes del instituto en La Habana. En 1955 pudo regresar a la ciudad, acompañado de la R. M. Tecla Merlo, fundadora de las Hijas de San Pablo y fiel colaboradora de la primera hora; así como de la R. M. Lucía Ricci, de las Pías Discípulas del Divino Maestro. En 1962 se marcharon los paulinos para regresar en diciembre de 2012. 

Buscando entre miles de páginas digitales del Diario de la Marina, encontré esta entrevista a los primeros paulinos que llegaron a La Habana. Es un artículo largo, pero vale la pena poder leerlo.



Ha iniciado su apostolado de las ediciones en La Habana, la Pía Sociedad de San Pablo

Entrevista con el R. P. Soppelsa, en el Arzobispado.

La Pía Sociedad de San Pablo, la congregación que tan benemérita labor viene realizando desde 1914 por la difusión del Evangelio mediante los medios de la propaganda, acaba de fundar su primera casa cubana. Dos entusiastas sacerdotes italianos, los padres Hugo Zecchin y Aloisse Soppelsa, son los pioneros de esta nueva sucursal, a los que hallamos recién instalados en su residencia del reparto Almendares y con los primeros frutos de su obra habanera: la reducida librería de volúmenes religiosos editados en México y España por la Congregación y que, por el momento y aceptando la generosa acogida del Cardenal Manuel Artega, han abierto al público en los bajos del Palacio Cardenalicio.
“Este es un comienzo sencillo”, nos dice de entrada el Padre Soppelsa, mientras nos invita al interior del pequeño local, en los bajos del Palacio Cardenalicio. Y de segunda, con sonrisa de esperanza nos agrega:
“Pero lo importante es comenzar y con la cooperación paternal de Monseñor Artega ya estamos establecidos en Cuba”. Estos libros, noventa títulos en total, serán la semilla para nuevos envíos de volúmenes que esperamos sirvan para difundir la verdad en muchos hogares…Hemos editado ya el primer número del boletín “El Cooperador Paulino”, que ha recibido franca acogida y nuestro Superior General que pasó hace días unas breves horas en La Habana, se ha marchado dejándonos la promesa de enviarnos para enero otro miembro más de la Comunidad”.
La charla con el padre Soppelsa queda interrumpida con la llegada al local del otro paulino, que hace de Superior: es el padre Hugo Zecchin. Viene con las manos llenas de paquetes de libros, recién sacados de la Aduana. En el primer envió que reciben directamente de España y el fuerte calor y la larga gestión aduanera no le reducen la alegría:
-       Como usted ve le ha tocado presenciar la ampliación de esta pequeña librería. Estos volúmenes vienen a engrosar los que tenemos a la venta y luego, con el favor de Dios, vendrán más, a medida que podamos ampliar nuestras actividades, hasta ahora mantenidas apenas sin recursos.
-       ¿Sin recursos?
-       Hoy por hoy nos mantenemos gracias a las misas que oficiamos cada día, (2 pesos cada día) y de ahí hay que sacar los cien pesos de la casa que tenemos alquilada para comunidad. Una pequeña cantidad que teníamos en reserva, doscientos pesos, los gastamos en el primer número de “El Cooperador Paulino”, que sirvió para darnos a conocer al público cubano. Este boletín pensamos editarlo mensualmente como órgano de “La Unión de Cooperadores del Apostolado de las Ediciones”, pero al no tener actualmente los medios necesarios pensamos sacar el segundo número en diciembre.
-       ¿Y la venta de los libros no dejan margen a la ganancia?
-       Nuestra Congregación no vende sus volúmenes con finalidad de lucro comercial, sino como medio de difusión apostólica, lo que hace que la ganancia sirva para cubrir escasamente con los gastos. Prueba de ello, está en la gran diferencia de precios que se nota en nuestras ediciones. Y para darnos una mayor idea de la Pía Sociedad de San Pablo, nos pasa a ofrecernos detalles interesantes de la Congregación.



La Pía Sociedad de San Pablo está constituida  por sacerdotes formados en sus seminarios, a quienes les da al mismo tiempo la instrucción teórico- práctica necesaria para que lleguen a ser escritores, periodistas, locutores, directores de escena, etc. y por Hermanos legos llamados “Discípulos del Divino Maestro” preparados religiosamente  para la técnica de las tres formas de apostolado. La Congregación se fundó el 20 de agosto de 1904 bajo la protección de San Pablo, en Alba, Italia, con el nombre de Escuela Tipográfica. Su fundador es el actual superior general, Reverendísimo padre Santiago Alberione y su aprobación canónica tuvo lugar siete años después, recibiendo por nombre el de Pía Sociedad de San Pablo. Un nuevo paso de avance tuvo la Sociedad el 10 de mayo de 1941, cuando Su Santidad Pío XII expidió el Decretum Laudis que la convirtió en congregación de derecho pontificio, recibiendo su aprobación definitiva el 27 de junio de 1949.
 La Pía Sociedad de San pablo tiene hoy casas  en  Italia, Francia, España, Polonia, Estados Unidos,  Canadá, Venezuela, Brasil, Portugal, Inglaterra, Suiza, Irlanda, Argentina, Japón, China, Islas Filipinas, Australia, Mejico, Colobia y ahora Cuba, teniendo más de 700 sacerdotes y hermanos y 2000 religiosas, habiendo lanzado al mundo más de setecientas mil biblias en seis idiomas diferentes y cerca de ocho millones de Evangelios.
Entre las primeras iniciativas que los paulinos piensan desarrollar en Cuba, figura la  fundación de una revista católica con el título “La Familia Cristiana”, existiendo la posibilidad de organizar algún programa radial o de televisión, aunque de momento su actividad principal estará concentrada en la librería religiosa establecida en los bajos del Palacio Cardenalicio y qué esta abierta de nueve de la mañana a doce del día.
La Unión de Cooperadores Paulinos, también en marcha, habrá de dar a la Congregación los medios económicos  indispensables para su sostenimiento  teniendo dicha Unión su sede provisional en el Palacio Cardenalicio, donde los fieles interesados en el apostolado de la Pía Sociedad de San Pablo pueden informarse ampliamente de sus medios de cooperación.   
Diario de la Marina, 11/ 08/1953: 8

lunes, 6 de abril de 2015

Un mural de santidad

A través de los meses he ido colgando las biografías de algunos hombres y mujeres de Dios que en mi tierra, mi Cuba, han servido a Dios con gran alegría y caridad. Hoy, me he puesto a diseñar este mosaico de rostros, faltan muchos y muchas aún, confesores y mártires. 


En el centro del mural he puesto a Nuestra Señora de la Caridad del Cobre, desde su encuentro signo de unidad del pueblo cubano, de ayer y de hoy. 




En el lado izquierdo del mural sobre un grupo de espigas, aparecen San Pedro de San José, la Venerable Mother Elizabeth Lange, la Venerable Madre Antonia de San Pedro, San Antonio María Claret, Santa Rosa Filipina Duchesne, nuestro querido Beato José Olallo Valdés, la Beata Dolores R. Sopeña que en Santiago de Cuba descubrió su lugar en la Iglesia, en pleno cisma donde conoció y trató al Beato Cardenal Sancha y la Venerable Madre Isabel Larrañaga y Ramírez.  Nos falta aquel hombre virtuoso que dio a Cuba identidad y pensamiento, el Venerable Félix Varela, pero pronto llegara a sus páginas. 




En el lado izquierdo, aparecen sobre una palma símbolo del martirio los numerosos testigos que fueron perseguidos y hallaron acogida en nuestra tierra como San Rafael  Guízar y Valencia, obispo misionero y la Venerable Madre María Angélica Alvarez Icaza, monja de la Orden de la Visitación, así como los numerosos mártires españoles del siglo XX, entre los cuales destaca el cubano Beato Jaime Oscar Valdés,  y algunos mártires más como el Beato Nicéforo de Jesús y María, pasionista,  y los carmelitas fray Tirso de Jesús María, el sinsonte del Carmelo y fray Eusebio del Niño Jesús, la Madre Aurelia Arambarri, Sierva de María y el trinitario, fray José de Jesús y María Ormaechea, así como el Hno. Félix Adriano.  Expulsado por dar cristiana educación a nuestros niños se halla el Hno. Victorino de La Salle. Faltan muchos mártires aún y testigos de nuestros días como los fueron Mons. Adolfo Rodríguez y Mons. Eduardo Boza Masvidal que hallaran espacios en nuestras entradas y un lugar en este incompleto mural. 


jueves, 2 de abril de 2015

Hoy, Jueves Santo

Hoy recordaba con mucha nostalgia, cuando en la Misa Crismal rezábamos por cada sacerdote de nuestra diócesis, los contábamos uno por uno, sabíamos lo necesario de sus vidas y la necesidad de acompañarles con la oración. Quizás por eso, también me vinieron a la mente numerosos rostros de aquellos que no llegaron a sentir sobre sus cabezas la fuerza del Espíritu al imponerles las manos.



Hoy, Jueves Santo,
recé por aquellos que no llegaron al sacerdocio,
solo Dios sabe las causas
que lo impidieron.

¿Quizás se les acabó el aceite de sus lámparas o el vino se les hizo rancio en la espera?
solo Dios sabe.

Recé por cada uno de ellos
por sus sueños truncos, 
por sus vidas rasgadas,
por su ausencia en torno al altar,
por sus manos sin consagrar
por la palabra atascada entre sus labios,
por la misericordia que no expresaron.

Hoy, Jueves Santo, recé por cada uno de ellos. 

2 de abril de 2015
Jueves Santo.



martes, 31 de marzo de 2015

En la escuela del H. Exupérien

Desde 1905 hasta 1928 hemos visto al Hno. Victorino, ocuparse de manera continúa de dar clases en el colegio La Salle del Vedado interrumpido con una breve estancia en el Colegio San Julián de Güines. En estos años ha compartido su vida escolar con el desarrollo de pequeñas obras apostólicas compartidas con otros Hermanos.

Sin embargo, estos intentos no le llenan el corazón, sueña con una obra eclesial con el horizonte cubano como marco para acoger a esta juventud necesitada de Cristo. En los orígenes de su vocación lasallista hay un hombre de Dios que marca su vida: el Venerable Hermano Exuperiano Mass.   Lástima que no se haya podido estudiar de una manera crítica y seria, la relación que existe entre ambos.

Venerable Exupérien Mass
(1829 - 1905)


El H. Exuperiano actúa como Hermano Asistente del Superior General cuando Hno. Victorino toma el hábito religioso y vive su noviciado. Coinciden en varias ocasiones y logran dialogar.  Como religioso es un hombre observante, pero como lasallista el corazón desborda con sus múltiples actividades en pro de los jóvenes.  El autoriza su salida hacia Canadá o hacia dónde se halle la voluntad de Dios para con él.

El Hno. Exupérien ha logrado involucrar en 1879 al instituto lasalliano en la Oeuvre des Patronages de la Seine o las obras de la juventud que logra reunir, a 3 500 jóvenes en 23 centros escolares para actividades extraescolares. Más tarde crea la Sociedad de San José Benito Labre, que se convierte en un semillero vocacional, aportando a la iglesia francesa más de 300 sacerdotes y religiosos.  Luego crea una Casa de acogida, donde los jóvenes empleados del comercio podían comer en buena compañía.

Dos hombres signados por la fe.


Cuando le nombren Visitador y más tarde, Asistente del Superior General podrá ver a los Hermanos guiar a los jóvenes franceses como Hermanos mayores por las calles, no solamente en los centros escolares. En su obra juvenil marca un antes y un después en la historia lasallista, solo comparada con la obra juvenil creada por el Hno. Victorino. La influencia del Hno. Exupérien  cruzará los mares un día dejando huella en Cuba.  Cuando se den los primeros pasos para fundar el 11 de febrero de 1928 la obra de la Juventud Católica Cubana, vivirá una constante inculturación de su obra.


No es una copia, sino un antecedente lasallista. La obra del Hno. Exupérien se suscribió a las obras lasallistas francesas, desapareciendo prácticamente en 1905 con la secularización de los Hermanos; la obra del Hno. Victorino se expandió por todas las parroquias y colegios cubanos brincando a otros países donde los Federados se exiliaron. Tras la creación de la Juventud de Acción Católica y su expansión en toda la isla, hubo un aumento considerable de vocaciones a la vida sacerdotal, religiosa y al matrimonio. Cuba vivía una verdadera evangelización. Finalmente nos encontramos la creación del Hogar de Jóvenes Universitarios y la fundación de numerosos grupos para cubrir las necesidades de la juventud cubana.  Hubo dificultades y graves incomprensiones  en el seno del Distrito Antillas y no faltó quien juiciosamente sentenció: “si la obra es de Dios, permanecerá” ( Hch. 5, 39) y la obra creció en las manos de Dios.
Manuel Bonet

sábado, 28 de marzo de 2015

MI encuentro con Teresa la de Jesús

Celebramos hoy, 28 de marzo de 2015, el V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús y aunque de ella podemos hablar mucho, quiero escribir de mi encuentro con ella.

Para un cubano nacido en su tierra, en la década de los años 80, no iba a ser fácil encontrarse con Teresa de Jesús. Sin embargo, en medio de los mítines, marchas de todo el pueblo, domingos de la defensa y simulacros de ataques aéreos y químicos andaba el Señor.

Un primer momento de esta amistad teresiana, surgió a través de las imágenes fotográficas que mi párroco, Carlos de Jesús Céspedes Serrano me compartió de su viaje a Ávila. Eran cuantas fotos del convento teresiano: la cocina, la celda.  En aquella ocasión hubo un libro con muchas fotos sobre el contexto teresiano de ayer y hoy.  Sin embargo, aquellas imágenes me enamoraron de Teresa la de Jesús.

A Santa Teresa se le encuentra a través de los libros y quizás por eso, la encontré de la mano de otra conversa, Edith Stein. La discípula me llevó a la maestra, y así su búsqueda de la verdad en una noche me hizo descubrir a una buscadora incansable de verdades.  Eran ya avanzados los años 90.  La lectura de la conversión de la Dra. Stein,  me hizo leer a Teresa. Vino a pequeños bocados,  como si necesitara tiempo para poder disfrutarla; primero, fue a través de textos breves y rítmicos, sus Poesías: Vivo sin vivir en mí, Nada te turbe,…. Después a través de la literatura cubana, fui identificando rasgos teresianos en las yemitas de Fina García Marruz, y en la poesía de Dulce María Loynaz; el encuentro con sus discípulas Ana de San Bartolomé, San Juan de la Cruz, Santa Teresita del Niño Jesús, para finalmente, poder leer a Santa Teresa en los años universitarios.

En esa época escribí un ensayo largo sobre Teresa y su devoción a san José, que terminé quemando por no ser importante. Hacía un análisis in crescendo de su devoción a través de sus escritos.

Me hallaba yo en el último año del postulantado lasallista, cuando mi director en ese año, me tendió sin aspavientos, un ejemplar de Las Moradas. En aquella casa debe quedar un ejemplar subrayado una y otra vez, que durante aquel año me acompaño como lectura espiritual y tema de entrevistas quincenales antes de hablar de mi vida en comunidad.

Sin ser experto en Teresa, en el noviciado pude disfrutar largamente de su influencia en la escuela de espiritualidad francesa: Bèrulle,  Sales, La Salle. Intencionalmente  me daban los temas relacionados con ella para desarrollarlo en las conferencias sobre lasallismo. Algún material digital tuvo que quedar de esa época.  En que probablemente Teresa como maestra espiritual me ayudaba a rezar.  

Hoy, Teresa me sigue cautivando, cada nuevo libro que se escribe sobre ella nos acerca más a su vida y su contexto, para mí, una lección es causa de su magisterio: “entre los pucheros anda Dios”. Buscando la verdad, la encontré a ella, que con tan pocas palabras, me ha mostrado la cercanía de un Dios que como decía Sartre: “se parece a mí”.



jueves, 26 de marzo de 2015

Un darse que es gastarse

Escribiendo estas notas sobre la vida del querido Hno. Victorino, pienso en lo necesario e imprescindible que es un milagro que a través de su intercesión se pueda robar al cielo para verle en los altares. Sin embargo, hay cientos de pequeños milagros que a través de sus manos se fueron concretizando a través de su vida en Francia, Cuba y Puerto Rico y de los cuales Roma prescindir para llevarlo a los altares.

¿Qué es la vida de un Hermano de La Salle? ¿A qué se puede comparar?

¿Has visto una tiza o un gis de esos que descansan en el pizarrón, esperando ser usado? ¿Un pedazo de lápiz maltrecho en el fondo de una carpeta o mochila escolar? 

Eso es lo más parecido a un Hermano lasallista. Es un instrumento en manos de Dios que escribe en los corazones de sus alumnos no importa que sean de primero de primaria o de un postgrado universitario. Según La Salle ha de ser ángel custodio, hermano mayor, embajador y ministro de Jesucristo. Un Hermano vive en una total entrega a sus alumnos, en un darse que es gastarse. 

Quienes conocieron al Hermano Victorino saben de su constante acompañamiento a sus alumnos y exhalamos. En aquel colegio De La Salle que abrió sus puertas en 1905, coincidieron abuelos, padres y nietos, generaciones de cubanos que conocían al Hermano Vitico como le llamaban los más pequeños. Entre 1905 y 1928 su persona se gasta en la formación de las generaciones cubanas, enseñando en su clase de Comercio e Inglés, Urbanidad que es siempre tan necesaria. 

Entonces que milagros podemos señalar en estos años, ordinarios, escondidos, de seguir la Regla día tras día: 

- enseñar a los niños a amar a su patria, a su historia, a sus héroes;
- aprender a hablar español, aunque siempre quede un rastro de francés;
- a rezar a María de la Caridad del Cobre ante quien hizo sus votos perpetuos;
- descubrir a Dios en medio de esta vegetación tan diversa y tan distinta;
- enseñar a decir ¡gracias! y ¡pase Ud!, a cientos de niños;
- dar catecismo a los niños del Caddy y mostrarles cuánto Dios los ama;

y esto, casi 25 años.

¿Qué es la vida de un Hermano?

- Un darse que es gastarse.

Manuel Bonet