viernes, 11 de marzo de 2016

Novena a San José: Segundo día

San José en los Evangelios.



La referencia principal de Marcos (6,3), sobre San José es al identificarlo como un "tekton". La palabra significa en particular que era carpintero o albañil. San Justino lo confirma, y la tradición ha aceptado esta interpretación.

Mateo, a quien me he empeñado en llamar “el pintor de san José”, en los capítulos primeros de su evangelio nos da su mejor retrato. Como bocetos de una obra mayor en su prólogo nos recuerda: su genealogía (Mt  1, 2 – 17), sus cualidades y apuros (Mt 1, 18 – 26), la adoración de los magos (Mt 2, 1 – 12), la huida a Egipto (Mt 2, 13 – 18) y el regreso a Nazaret (Mt 2, 19 – 23). No es poco lo que nos narra este evangelista sobre José. 

Lucas, el médico escritor y amigo fiel de Pablo (Cfr. 2 Co 8, 18; Col 4, 14; 2 Tim 4, 11; Hch 16) si bien nos deja una hermosa imagen de María, conducida por el Espíritu Santo; san José es uno más, a quien en ocasiones se le intuye más que se le ve en los evangelios de infancia  en total ausencia de palabras.

El cuarto evangelio no ofrece muchas alusiones sobre san José, aunque sí resalta su  paternidad  sobre Jesús: “Hemos hallado a Aquel de quien se habla en la ley de Moisés y en los profetas. Es Jesús, el hijo de José de Nazaret” (Jn 1, 45).

 Quiero cerrar estas líneas con unas palabras de Juan Pablo II que me parecen como un compendio de esta presencia y ausencia de san José en los evangelios: “Con pocos rasgos, pero significativos, lo describen los evangelistas como solicito custodio de Jesús, esposo atento y fiel, que ejerce la autoridad familiar con una constante actitud de servicio. La Sagrada Escritura no nos dice nada más de él, pero este silencio refleja el estilo mismo de su misión: una existencia vivida en la sencillez de la vida ordinaria, pero con una fe cierta en la Providencia”[1].



[1] Juan Pablo II, Audiencia del miércoles 19 de marzo de 2003. P. 12, en L’ Osservatore Romano. No 152, 21 de marzo de 2003.

jueves, 10 de marzo de 2016

Novena a San José: Primer día.

¿Cuántas veces aparece la figura de san José en el Evangelio? Alguna vez me hice esta pregunta y he intentado respondérmela, hoy te la hago a ti.   

Para dar respuesta a mi pregunta revisa primeramente el Nuevo Testamento y quédate junto a los evangelios. Allí encontrarás todo lo que necesitamos saber sobre san José. Te sugiero que leas los primeros capítulos de san Mateo (1 – 2) y luego, los dos primeros de san Lucas y dando un gran salto, leas Juan 6, 42. En estos pocos pasajes habrás hallado toda referencia sobre el hombre que en Israel se convirtió en, y fue, padre de Jesús. ¿Por qué tan poco sobre san José?

Con poco juicio afirmaba Miguel de Unamuno sobre los textos josefinos del Evangelio: "Cabiendo, como cabe, en una cuartilla del tamaño de un papelito de fumar cuanto los evangelios dicen de San José, el esposo de María, hay quien ha escrito una Vida de San José, patriarca, que ocupa 600 páginas de compacta lectura. ¿Qué puede ser su contenido sino declamaciones o piadosos fraudes?" (Mi religión y otros ensayos, Austral, 1968, p. 19).  ¿Cierto o falso? 



lunes, 22 de febrero de 2016

Hermano Victorino: El catequista

En el itinerario del Hno. Victorino hay un hecho que no podemos descuidar – el 11 de julio de 1907, Pío X da el título de Apóstoles del Catecismo a los Hermanos de las Escuelas Cristianas – un título que  marca el ritmo apostólico de la congregación aun cuando se pudiera cuestionar debido a la falta de preparación de los Hermanos en aquellas materias que les pudieran capacitar en su desempeño catequístico. Una lectura pausada de la última obra del Hno. Michel Sauvage nos puede ayudar a descubrir estos elementos que llegaron a ser limitantes de este título. Sin embargo aquellos hombres consagrados al anuncio de la Verdad, ponían toda su creatividad para llegar a todos los niños, pues Dios quiere que todos los hombres se salven.

Ese marco va a formar parte del entorno en que se van a mover cientos de Hermanos en todas las latitudes y cuando el Hno. Victorino suelte a volar a los jóvenes de Acción Católica forme un escuadrón de catequistas de ambos sexos que lleven el evangelio por toda los rincones de la Isla. Pero veamos un poco su quehacer catequístico, nunca solo sino unido y asociado a otros Hermanos y alumnos o exalumnos. En cualquier caso es una pequeña muestra de aquel extenso movimiento  apostólico que el Bulletin de L'institut des Freres des Ecoles Chretiennes llamó “una epopeya catequística” y que vale la pena recuperar para la historia:


1912: La obra catequística lasallista surge en la Parroquia del Vedado en este año, más tarde se extiende hasta la Iglesia del Carmelo, en 16, entre 13 y 15, para llegar más tarde a la Parroquia del Carmen en Infanta. El H. Victorino desde el Colegio del Vedado comienza un Centro catequístico para atender la formación religiosa de los niños pobres. Este primer centro genera dos centros más radicados: en la Iglesia del Carmelo y el otro en la Iglesia del Carmen. El H. Bajules Albert le seguirá los pasos hasta el Carmelo las tardes de los miércoles además de los sábados. Así mismo el H. Armando comenzará un Centro Catequístico en el Country Club para lo jovencitos que se ganaban la vida recogiendo pelotas de golf allí. En Infanta surgirá un Centro Catequístico que abrirá sus puertas los jueves, sábados y domingos. Habría que recordar la intensa labor de los Hermanos que desde las diferentes obras e impulsados por el celo se dedicaron en sus horas libres a la formación de niños  pobres y de catequistas: H. Gustavo, apóstol del catecismo entre los sordos mudos; las correrías de los HH. Bajules Albert, Esteban, Bartolomé junto al P. Vicente Jovaní, párroco de San Pedro por Guatao, Punta Brava, Arroyo Arenas con un proyector de foto – fijas, entre otros muchos.

1928:  En marzo los Catequistas Voluntarios inician una catequesis popular en el barrio de Luyanó, en la capilla de los Misioneros del Espíritu Santo, luego fueron abriendo otros en el Colegio “Claudio Dumas” de Jesús del Monte; otro en la barriada de Concha. A los que se sumaron las Catequesis que promovían en la Benéfica, Parroquia del Carmen, en Infanta; en la Iglesia del Carmelo, en el Vedado. Al frente de este grupo se encontraba el joven Rafael Pereyra, Presidente de los Catequistas.

 1934: El H. Néstor Juan junto a un grupo de Catequistas de Jesús Crucificado y María Inmaculada organizan las catequesis del Vedado.
En el Vedado los Hermanos comenzarán los Talleres de catequesis, para lo cual el H. Victorino realizará un pequeño manual de preparación a la catequesis a partir de su experiencia compartida con otros Hermanos.

1937: Del 18 al 23 de diciembre se celebra en La Habana el I Congreso Catequístico Diocesano, entre los ponentes y las numerosas memorias presentadas se encuentran las exposiciones realizadas por los HH. Román Gustavo de la Academia con una Lección práctica de catequesis; Justo Félix, ponente de la Sección Didáctica; el H. Victorino, Vice - presidente de la Sección Técnica y el H. Adelino María, todos del Vedado y un Hermano de la comunidad de “Nuestra Señora de la Caridad” de Santiago de Cuba.

1938: Bajo la organización de Mons. Guillermo Arochas, durante las vacaciones se realizó en el Seminario un taller de catequistas. Explicaron la Doctrina y la Metodología catequística los HH. Victorino, Subdirector del Vedado; Néstor Juan, Prefecto; Roque, Inspector del Vedado y Alejandro.

1939: Del 25 de julio al 5 de agosto se impartió un Cursillo de Catequistas compartida su organización con un grupo de excelentes catequistas entre los que se contaban los HH. Victorino, Roque, Alejandro que explicaron Moral, Culto y Metodología, acompañados por un H. Marista que ofrecía temas de Historia Sagrada y los PP. F. Rey de Castro, s.j, Chaurrondo, c.m, y Fray Basilio Jiménez, o.p, que ofrecieron los temas de Liturgia e Historia de la Iglesia a un total de 40 catequistas.

1941: Del 25 de julio al 5 de agosto se impartió un Cursillo de Catequistas compartida su organización con un grupo de excelentes catequistas entre los que se contaban los HH. Victorino, Roque, Alejandro que explicaron Moral, Culto y Metodología, acompañados por un H. Marista que ofrecía temas de Historia Sagrada y los PP. F. Rey de Castro, s.j, Chaurrondo, c.m, y Fray Basilio Jiménez, o.p, que ofrecieron los temas de Liturgia e Historia de la Iglesia a un total de 40 catequistas.


lunes, 23 de noviembre de 2015

Una grata noticia

Presentación de la Positio del Hermano Victorino de La Salle en Roma

Sábado, 21 de noviembre del 2015, fiesta de la presentación de Nuestra Señora. En la mañana el Hno. Rodolfo Meoli, Postulador de la causa de los santos encargado de la causa del Hermano Victorino, comunicaba con alegría la presentación de la Positio de nuestro Hermano Vitico, en Roma.

“Buen día. Les envío la presentación de la Positio del Hno. Victorino, que el ponente me ha entregado esta mañana. Deo gratias! Y escrita en italiano... Esto significa que para Navidad podremos tener el  libro rojo (rosso). Será mi deber y placer venir a presentarlo personalmente”(Texto del correo del Hno. Rodolfo Meoli).

En este momento, la causa del Hermano Victorino, se encuentra de manera avanzada en la fase romana que incluye la elaboración de la Positio, su discusión por el grupo de cardenales y teólogos que trabajan en el Congregación de la causa de los santos.



En estos momentos contamos con la PRAENOTATIO RELATORIS GENERALIS, que es un documento anterior a la elaboración de la Positio. En el cual se da un panorama general de todo el trabajo que contiene este último documento, breve perfil biografico del siervo de Dios, su importancia en la Iglesia en la cual vivo y su actualidad en la Iglesia y sociedad actual, tabla de testigos,  amplia gama de las virtudes heroicas por él vividas.

Me preguntaba ayer el Sr. José Manuel Dorado, qué era el libro rosso que se identifica con la Positio, un trabajo de gran envergadura que puede llegar a contar hasta con unas mil páginas que recogen la encuesta diocesana que se realizó en Miami, Cuba y Puerto Rico con las deposiciones de los numerosos testigos. Entre los numerosos hechos que se vinculan de manera biográfica, se hallan aquellos acontecimientos que fueron constatados por los periódicos de la época. Además de un estudio grafológico de sus escritos para conocer su personalidad con mayores detalles probablemente por la pérdida de numerosos documentos.

¿Qué falta?

1.     La impresión de la Positio, probablemente para diciembre de este año y aún en fecha desconocida, su discusión.

2.     Seguir orando para que un milagro de manera repentina, duradera y permanente obre en favor de nuestro Hermano Victorino.

Manuel Bonet

miércoles, 14 de octubre de 2015

Sobre roca firme: Juntos hacia los altares III

El próximo domingo - Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND) - el papa Francisco canonizará a Louis Martin y Azelie - Marie Guerin, papás de santa Teresita del Niño Jesús. Matrimonio fecundo con numerosos hijos e hijas, de los cuales pronto algunos volaron al cielo en edad temprana y el resto profesó como religiosas en la Orden de las Carmelitas Descalzas y en la Orden de la Visitación de Santa María. 

Ellos son un poco los culpables de esta sección en mi blog, que rompe con el estilo en que presentaba a estos testigos de Jesús

Me llamo Luis Martín, soy relojero y aunque nací en Burdeos, me establecí hasta el fin de mis días en Alencon, en el norte de Francia.  Quise ser benedictino, pero al no saber latín, los monjes me dijeron que esperara y que estudiara mientras tanto. 

En la espera el latín se convirtió en un gran problema para mí, sin embargo mis manos hacían maravillas con los relojes. El negocio de los relojes prosperaba y mi deseo de ser todo de Dios, aunque no disminuía se convertía en un sueño en mi horizonte. Dios me empujaba por otros caminos.  Un buen día, cruzando uno de los puentes de Alencon, me encontré con Celia.

Soy Celia Guerin, aunque nací en Saint –Denis –sur – Sarthon, me establecí en Alencon y quise ingresar entre las Hijas de la Caridad. Al no poder hacer realidad mi deseo, me dediqué al bordado.  Sobre el puente de San Leonardo que une a la ciudad, conocí a mi futuro esposo.

La Providencia nos dio la dicha de poder tener una descendencia numerosa: algunos  pronto volaron al cielo(dos chicos y dos chicas), y el resto, se consagraron al Señor: cuatro como Carmelitas Descalzas y la quinta, monja de la Orden de la Visitación de Santa María.  A una de ellas le conocen todos, es Santa Teresita del Niño Jesús, nuestra benjamina.

Establecimos nuestra residencia en Los Buisonnettes, una casa grande con hermoso jardín. Aunque en ocasiones visitábamos a nuestros familiares. A Louis le gustaba pescar, así que en ocasiones íbamos todos de pesca.  Algunas tardes, nos refugiábamos  en una casita como torre que poseíamos fuera de la ciudad, era algo pequeña, pero servía para descansar y ver crecer las flores.  

A pesar de las exigencias del trabajo y de las atenciones a la familia, hallábamos espacio para Dios. No había día que no asistiéramos a Misa, a las 5: 30 a.m., a la única a la que asistían las personas pobres o trabajadoras.  El rezo en familia del rosario, el descanso del domingo que no excluía la misa, la celebración del año litúrgico eran prácticas comunes.  En el hogar se puede y se debe rezar cada día.

En casa se compartía el pan con el hambriento, el dinero del boleto, la misma sonrisa y la bendición de Dios.



Hicimos sin darnos cuenta de nuestras acciones y deseos una sola voluntad, así cuando Zelia enfermó, buscamos ayuda en los médicos y en Dios.  Cuando regresó del Santuario de Lourdes, en su rostro no había tristeza, sino resignación.  Sus últimas jornadas fueron una oleada de vida y gozo para todos.

Enferma de cáncer de mamas veía como mi vida se deshacía a prisas. Mis hijas aún pequeñas algunas necesitarían de mí, pero  el deseo de luchar y rebelarme fue sustituido por la confianza en Dios. El velaría por cada una de ellas. En mí solo quedaba el deseo de poder hacer su voluntad. 

Tras la ausencia de Zelia, las niñas continuaron creciendo y poco a poco cada una fue a ocupar el lugar deseado en la vida religiosa.  Para mí, la vida se hacía cada vez más callada, más simple, más vacía.

Aquejado de demencia, fui recluido en un asilo mental, el Bon Sauveur en Caen.  En el asilo ayude a otros a encontrarse con Dios.  En ocasiones pude visitar a mis hijas, carmelitas descalzas.

Vacías las manos, el corazón dispuesto, fui al encuentro con Dios.

manuel Bonet



jueves, 10 de septiembre de 2015

Sobre roca firme: Juntos hacia los altares II

P. Thomas Kevin Kraft, o. p. es autor de una obrita titulada Matrimonios santos: los santos casados como modelos de espiritualidad que puedes encontrar en internet. No tengo idea de cuando lo escribió, pero muestra un mapa de la santidad matrimonial que se registra prácticamente para países del primer mundo. En parte le agradezco el haberme interesado en este tema tan nuevo como rico: la santidad del matrimonio. 

Quiero presentarles a un matrimonio que llega del centro de Africa, un matrimonio marcado por la esclavitud, la dictadura de algunas y el anuncio liberador del Evangelio.

Sobre roca firme:  Luigi Wandete y Valerie Ama



Hoy, quiero entrevistar a un matrimonio africano, oriundo de la República del Congo. Son Louis Wandete y su esposa, Valérie Ama, testigos de la explotación y la esclavitud. La arquidiócesis de Krinjabo,  Costa de Marfil ha obtenido la aprobación para dar inicio a su causa de canonización.

Los encuentro cerca del Cardenal Lavigerie, apóstol de África.  Me acercó y les abordó, con la intención de obtener unas cuantas respuestas a mis interrogantes.

-       ¿Quiénes son? ¿De dónde vienen?

  • -       Me llamo Luis Wandete, provengo como mi esposa de lo que hoy llaman Costa de Marfil, del centro de África. Cuando nací me llamaron Oundete o Wandete que significa “que no conoció a su padre” quizás vendido como esclavo o muerto en algún encuentro con las tropas de Samory Touré, caudillo musulmán de la tribu dyula.  El nombre de Luis vino después.


  • -       Soy Valérie Ama y desconozco mi origen tribal, fui vendida como esclava y mi encuentro con Cristo tuvo sabor a resurrección desde el primer momento.


-       Me perdí, ¿qué pasó en su tierra que marca su historia con Jesús?

  • -       Para mí – habla Luis -, la infancia transcurrió en medio de las tradiciones propias de mi tribu, pero el ataque de Samory a mi aldea, su destrucción como resultado de su incursión bélica me hizo huir como muchos más, los que fueron tomados prisioneros, fueron vendidos como esclavos. Mi madre fue capturada y vendida.  Me escondí y pude escapar, después de meses, me encontré con un grupo de soldados franceses a los que acompañé y me condujeron a Gran – Bassam, ciudad costera  y un poco capital económica del país. Allí conocí al P. Bedel, Misionero de los Padres Blancos.  El me mostró a Cristo en la cruz y desde entonces todo tuvo sentido para mí.

  • -       Olvidé mi historia, mi nombre, mi tribu cuando fui robada y vendida en el mercado de esclavos de Krinjabo - dice Valerie. Mi amo me maltrataba constantemente y en un intento de deshacerse de mí, me ofreció como parte de un sacrificio funeral.  Pude escapar y fui acogida por un matrimonio europeo.  Cuando ellos regresaron a su tierra natal, quise acompañarles, pero el señor no lo permitió y con un salvoconducto camine hacia Gran – Bassam, eran ochenta kilómetros entre ambas ciudades. En la ciudad fui acogida por las Misioneras de Nuestra Señora de África o Madres Blancas,  a quien me encomendaba mi benefactora.

-       ¿Entonces  ya creían en Jesús?

  • -       No, P. Bedel quería que alguien le acompañara en sus visitas a las diferentes aldeas y yo le servía de intérprete. Traduciendo su mensaje conocí a Cristo Jesús y poco a poco, su mensaje me fue atrayendo.  En la misa de Navidad de 1898 pude recibir el sacramento del bautismo.  Ese día me llamaron Luis como san Luis Gonzaga.

  • -       Las Madres Blancas respetaban nuestras creencias y si alguna quería bautizarse lo hacían, pero nunca nos obligaban. En mi refugio aún sufrí la incertidumbre del reclamo de mi antiguo amo, pero no regresé con él. Quedé a la custodia de las religiosas y cuando estas se trasladaron a la misión de Dabou, las acompañé.  Para mí el bautismo llegó en  1902, era el 3 de abril y ese día, pude acercarme a comulgar por primera vez. En ese mismo año pude confirmarme el 18 de mayo.  En la misión conocí a Luis y nos casamos.



-       ¿Cómo vivieron su matrimonio entonces?

  • -       Con la Iglesia – afirma Luis -, pues un año después de casados el P. Bedel nos pidió que le acompañáramos a la fundación de la misión de Korjogo. Nos establecimos en Village de la Libertè, un poblado para esclavos libertos a pocos kilómetros de la misión.

  • -       Ayudábamos en todo lo que se necesitara, limpiábamos el templo, visitábamos enfermos, dábamos catequesis en los poblados, siempre tras las huellas del P. Bedel.  Fui la madrina del primer bautizado en nuestra iglesia de Korjogo, pero para mí, fue como asumir la maternidad de todo cristiano en ella.

-       ¿Cómo actuaron durante la Primera Guerra Mundial?

  • -       Cuando los misioneros fueron expulsados, mantuvimos la débil llama de nuestra fe – dice Valérie. No éramos una nación cristiana, convivíamos en la misma nación con musulmanes y  hombres y mujeres con tradiciones paganas.

  • -       Por eso nuestras acciones eran cuestionadas y necesitábamos del apoyo de la comunidad y de Dios nuestro Señor. Abríamos las puertas del templo, tocábamos la campana, rezábamos el rosario, contábamos una y otra vez las acciones de Jesús. Solo nos faltaba la presencia eucarística. Cuando los misioneros regresaron, nuestra fe seguía siendo una en Dios Trino.

-       ¿Por qué la medalla Luis? ¿Fuiste acaso militar?

  • -       Si, soldado de Cristo – ríe Luis -, cuando los misioneros regresaron los cristianos contaban que gracias a mi fe y a Valèrie se mantuvieron fieles al mensaje de Cristo.  Por eso, el 8 de febrero de 1925 el Santo Padre Pío XI me hizo llegar la medalla “Benemerenti” como recompensa de nuestros servicios hacia la Iglesia. Hoy la reciben  los Guardias Suizos al termino de sus tres años de servicio.  Después del regreso de los misioneros me pidieron que continuase como representante de la comunidad cristiana católica ante los líderes musulmanes y tribales.


-       ¿Qué fue la muerte?

  • -       El último despojo de todo afecto, perder a mis hijos, perder a Valérie en los primeros días de enero de 1949.  Cuando la hermana muerte me llamó a su presencia, mis manos estaban vacías y en su abrazo me dormí el 2 de marzo de este mismo año.


Creciendo la fama de santidad de ambos cónyuges, el obispo de Korhugo, solicitó a la Congregación de la Causa de los Santos, la apertura de la causa de beatificación, el 18 de noviembre de 1994, lo cual fue concedido el 16 de diciembre de 1994.

Manuel Bonet Ochoa


martes, 8 de septiembre de 2015

Sobre roca firme: Juntos hacia los altares.

Se acerca el sínodo de los obispos, nuevamente el tema del matrimonio será tema de discusión por pastores y expertos en el tema. Durante su celebración ha habido numerosas aportaciones y el Papa Francisco ha pedido que las reliquias de los matrimonios que la Iglesia ha reconocido como beatos acompañaran las sesiones del mismo.  Se trataba de los beatos Luigi y María Luisa Quattrocchi, los beatos Louis y Celia Martin y su hija, Teresita de Niño Jesús, carmelita descalza y doctora de la Iglesia, por quien el Santo Padre manifiesta singular devoción.

He buscado en numerosa bibliografía, aquellos matrimonios que podemos llamar canonizables. En los últimos cuatro siglos, he podido encontrar solamente 24 causas de beatificación, algunas muy adelantadas. De ellos y ellas quiero escribir en las próximas entradas, aun cuando sobre algunos no hay datos o son prácticamente  desconocidos. 


Tapiz de la ceremonia de beatificación.


BB.  María Luisa Corsini de Beltrame y Luigi Beltrame Quattrocchi

Se acerca la clausura del Sínodo de las Familias en Roma, y se ha confirmado la canonización del matrimonio Celia Guerin y Louis Martin, padres de santa Teresita del Niño Jesús.  Algunos hablan de la ausencia de los matrimonios en los altares, y aunque es cierto, creo que existen matrimonios que juntos caminan a los altares y me he comprometido a buscarles y ofrecerles algunas entrevistas.

Los primeros que busco en los corredores del cielo, son a los esposos María y Luigi, los primeros en ser beatificados como matrimonio en la Iglesia, el 21 de  octubre de 2001. Su beatificación fue una “singular confirmación de que el camino de la santidad recorrida juntos, como  matrimonio, es posible, hermoso y extraordinariamente fecundo, y es fundamental para el bien de la familia, de la iglesia y de la sociedad” dijo S. Juan Pablo II ese día.

-       ¿Quiénes son María y Luigi? ¿Cómo se conocieron?

-       Maestra y madre de familia de tres chicos y una chica, algo escritora y periodista; mujer de paz y de diálogo, tuve unos padres con caracteres difíciles, con muchas diferencias entre ellos, sin embargo, al poner la mesa, dentro de la servilleta de cada uno colocaba una hojita de olivo como invitación a sanar las rencillas diarias.

-       Abogado y padre de familia – dice Luigi  mientras sonríe-, conocí a María  en Roma, donde me había establecido. Enfermé de cierta gravedad en 1904 y María me envía una imagen de la Madona de Pompeya, aquel gesto me hizo pensar en la posibilidad de unir nuestras vidas a través del matrimonio.



-       ¿Cuándo se casaron? ¿Cuándo unieron sus vidas?

-       El 25 de noviembre de 1905, en la basílica de Santa María la Mayor de Roma, nos instalamos en la casa de los papás de María – sigue Luigi -, donde convivimos no solo con mis suegros, sino con los abuelos de ella.  Pudimos con mucha prudencia sentar las bases de nuestro matrimonio.

-       ¿Alguna dificultad en estos años?

-       Claro - responde María –, la llegada de los hijos fue un período de dudas e incertidumbre, el olvido de si mismo, la renuncia de muchas actividades para poder estar atentos a cada uno de los niños.  Primero llegó Filippo y luego Stefania, al quedar embarazada del tercero, Luigi viajó a Sicilia por unos días. Angustiada y sola, le escribí a mi esposo: “¿De dónde sacaré fuerzas para pensar en dos hijos, para soportar el cansancio físico y fisiológico del embarazo y de todo lo demás? Puedes creer que me siento realmente desesperada”. Pero la gracia de Dios que se renueva en cada persona a través de los sacramentos, me ayudó a reencontrarme conmigo misma y así llevé adelante el tercer embarazo.

-       Después de nacer Cesarino,  concebimos un cuarto bebé, Enrichetta, María comenzó a sufrir numerosas y violentas hemorragias – explica Luigi -, el médico que nos auxiliaba recomendaba la interrupción del embarazo. Ninguno quería eliminar la vida que crecía en su interior, así que dijimos ¡no!. El doctor, me dijo: “¿No se da usted cuenta de que, de esta manera, se va a quedar viudo con tres pequeños a su cargo?”.  La respuesta volvió a ser “no”, pues no existen razones aun siendo graves y dramáticas, que puedan jamás justificar la eliminación deliberada de un ser humano inocente. Finalmente, cuatro meses más tarde, nació la pequeña sin dificultades para ella y María.

-       Padres de sacerdotes y religiosas, ¿cómo vivieron el proceso vocacional de sus hijos en casa? 

-       Creo - dice María –, que para mí fue un momento de mucha dicha como madre, cuando Filippo y Cesarino nos dieron a  conocer sus deseos vocacionales hacia la orden benedictina.  Más tarde, fue Stefania quien les siguió por los mismas sendas de contemplación y al final, Enriquetta, como laica. Sin embargo, quien más lo sufrió fue Luigi.

-       Para mí – dice Luigi -, fue una sensación de vacío enorme.  La salida de Stefania  fue un desgarro, acostumbrado a la familia, veía que pronto nos quedábamos solos María y yo. El día de la toma de hábito de Stefania, arrodillado en la reja del coro, lloraba en silencio, consciente del sacrificio que el Señor me pedía.

-       ¿Algún reto después de la marcha de los hijos?

-       Pues hubo varios - confiesa Luigi –, volví a fumar, algo que detestaba María; después hubo un período de crisis espiritual, de celos con Dios, de miedo de Dios,  que sentía que me robaba a María. Más tarde pude reconciliarme con aquel Dios que nos unía más cada día, a cada paso.

-       En algún momento, pensamos en retirarnos a algún monasterio, pero descubrimos a través de la dirección espiritual que nuestro lugar, nuestra vocación plena y fecunda era la vivencia del uno para el otro, a través del matrimonio.

-       ¿Qué fue la beatificación?

-       Un gran regalo, un don que nos hacia el Padre.  Normalmente la santidad se expresa en la individualidad del hombre o la mujer que busca un ser transparencia de Dios en sus obras y ahora, el Papa decía que en el matrimonio, ambos cónyuges podían llegar a esa intimidad con Dios -  dice Luigi.

-       Fue una revolución para la Iglesia en gestos muy significativos: contar con sólo un milagro para ambas causas;  elegir el día de nuestro matrimonio como el día para celebrar nuestra memoria litúrgica; vernos allí juntos, en los balcones de San Pedro delante de miles de matrimonios que se habían convocado en Roma era una llamada de Dios para todos, para caminar juntos hacia el cielo.   
 

Oración a los  Beatos  María Corsini y Luigi Beltrame.

Dios todopoderoso, que has derramado portada la creación, reflejos de tu infinita belleza y bondad, haciendo el hombre a tu imagen y semejanza, tanto amas a quienes se entregan totalmente que nos los pones de modelos quieres que le veneremos y haces innumerables beneficios y milagros por su intercesión, por ellos y mediante tus siervos Luigi y María Beltrame te rogamos nos concedas (mencionar tu petición) y con ello una mayor correspondencia a tu amor. 

M. Bonet